Son las siete de la mañana. Quedan aproximadamente cincuenta minutos para que empiece tu turno de trabajo y todavía tienes que atender las necesidades fisiológicas de tu perro. A todo correr le pones la correa y sales disparado hacia algún parque o descampado cercano. Ya en la calle, tu perro comienza a detenerse y a olfatear todo lo que le rodea cada vez que avanzas dos metros. "No llego, no llego", piensas. Y entonces, haciendo caso omiso a su instinto y sus necesidades, le impides olfatear y con ello descubrir y captar el entorno a su manera.

Más allá de las prisas cotidianas y del jaleo de cada día, que puede excusar este tipo de situaciones, no es nada bueno que siempre y como norma privemos a nuestra mascota de esta ocupación.

Además de las prisas, existen otros motivos para que quienes pasean a sus perros no les dejen olisquear lo que les rodea. Normalmente la falta de paciencia y el desconocimiento de todos los beneficios a nivel fisiológico y mental están detrás de este comportamiento, aunque también hay quienes impiden que sus perros huelan y olfateen libremente por miedo a que coma o lama elementos dañinos para él.

Un husky siberiano olfatea un campo repleto de flores. Freepik

El olfato de los perros es la herramienta más poderosa de la que disponen para explorar el mundo. Aunque estos peludos tengan los mismo cinco sentidos que los humanos, su sensibilidad olfativa es espectacular. Los perros cuentan con entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, por lo que su olfato es de 10.000 a 100.000 veces superior al nuestro. Para un perro, olfatear cosas es un comportamiento automático: así es como ellos experimenta el mundo, del mismo modo en que nosotros lo reconocemos y analizamos a través de nuestros ojos.

Los instintos innatos de nuestro perro son explorar el mundo con su nariz, por lo que evitar o entorpecer que lo haga nunca será una buena idea. No necesariamente debes dejarle que se pare a cada paso, claro está. Pero si quiere oler algo unos segundos ¿por qué no dejarle? Para ellos pasear sin poder olisquear sería como si nosotros camináramos con los ojos vendados.

Beneficios de dejar olfatear a nuestro perro

  • Tiene un gasto energético considerable. Los perros poseen un lóbulo olfativo mucho más desarrollado que el nuestro, por lo que necesitan una gran cantidad de energía para gestionar la información que les llega a través de él. En este sentido, olfatear se puede plantear como un sustitutivo de la actividad física. Es un recurso particularmente útil en días mucho calor, de mucho frío o cuando llueve: si se acortan los paseos puedo jugar con mi perro a juegos de olfato para contrarrestar y hacer que esté más relajado.
  • Fomenta el vínculo con tu mascota. Si estimulas su sentido del olfato con juegos, puedes fortalecer el vínculo con tu mascota. Es una actividad que les encanta y les hace estar felizmente estimulados. Si además creas códigos para iniciar y acabar el juego, también fomentas el código de comunicación con tu can.
  • Estimula su mente. Olfatear estimula la mente de los perros, les ayuda a tener buen humor y a ser más sociables con otros perros. Asimismo, aprenden nuevas cosas del mundo que les rodea y contribuye a que se sientan más seguros en él.
  • Le hace estar felices. Si dejas a tu perro olfatear durante los paseos, explorará el mundo a su manera, recibirá estimulación mental y será más libre y feliz, ya que podrá desarrollar plenamente una necesidad básica para su especie. El olfateo también le permitirá sentir nuevas emociones al descubrir olores, texturas y elementos presentes tanto en el entorno urbano como en el natural.

Así que, ya sabes, debes darle a tu perro más oportunidades y sobre todo más tiempo para que explore y olfatee todo y cuanto desee. De este modo, te asegurarás que tu peludo recibe una óptima y adecuada estimulación mental y por lo tanto, disfruta de una vida perruna mucho más plena.