Dónde comprar Lotería de Navidad en Gipuzkoa: los municipios más afortunados

La Lotería de Navidades uno de los sorteos más esperados en Gipuzkoa y es tradición que, cada 22 de diciembre, miles de personas se reúnan para ver si la suerte les sonríe con el tan codiciado 'Gordo' de la Lotería.

El territorio ha sido agraciado con este premio en múltiples ocasiones. Sin embargo, varios sitios parecen tener más probabilidades de llevarse el premio más deseado, con Donostia a la cabeza, habiendo sido premiada en varias ocasiones.

La capital guipuzcoana ha sido una de las ciudades con mayor suerte con El Gordo. Desde 1888, el primer año en que fue agraciada, la ciudad ha visto caer el Gordo en siete ocasiones. En 1910, 1920, 1975, 1986, 2003 y más recientemente en 2018.

Esta sucesión de premios ha convertido a la ciudad en una de las urbes guipuzcoanas con mayor tradición en el sorteo, atrayendo a quienes creen en la suerte de los lugares con un historial ganador.

No obstante, Donostia no es la única localidad del territorio en la que el Gordo ha hecho su aparición. Gipuzkoa cuenta con varias poblaciones en las que la suerte también ha tocado sus puertas, dando lugar a celebraciones inolvidables.

Localidades agraciadas

En 2022, por ejemplo, el premio mayor recayó en Azkoitia, llenando de alegría a esta localidad que, a pesar de no haber sido agraciada en el pasado, se sumó al selecto grupo de localidades guipuzcoanas que han ganado el Gordo.

En 2010, fue Eibar quien tocó el cielo con el Gordo, dejando un recuerdo imborrable en sus habitantes.

Asimismo, en 2018, dos localidades más,Lasarte-Oria y Zarautz,recibieron la lluvia de millones, compartiendo la celebración con Donostia ese año. El hecho de que varios lugares en Gipuzkoa se vieran beneficiados en una sola edición del sorteo incrementó el entusiasmo y consolidó aún más la fe de muchos en la buena suerte del territorio.

Otros municipios guipuzcoanos también se han unido a esta lista exclusiva. En 2013, Arrasate fue el centro de atención tras recibir el Gordo, y en 1937, Irun fue agraciada, aunque en un contexto muy diferente, en plena Guerra Civil Española.

Además, Villabona y Oñati también han sido lugares de celebración. Villabona fue premiada en 1998, mientras que Oñati se llevó Gordo en 2008. 

Esperanza e ilusión

Esta serie de premios en diferentes localidades guipuzcoanas ha creado una atmósfera de esperanza y emoción en torno a la Lotería de Navidad. A medida que se acerca el 22 de diciembre, muchos guipuzcoanos se preparan con sus décimos, soñando con que su localidad sea la próxima en recibir el codiciado Gordo.

Cada año, los establecimientos de venta de lotería en Donostia, Azkoitia, Eibar, Lasarte-Oria, Zarautz, Mondragón, Irun, Villabona y Oñati experimentan un aumento en las ventas, ya que la gente cree que las probabilidades pueden estar de su lado si compran en lugares que ya han sido afortunados.

¿Lugares con suerte?

Aunque la probabilidad de ganar el Gordo es la misma en cualquier lugar, existe cierta ilusión al comprar en los "lugares de la suerte", que lleva a muchos a adquirir décimos en estos sitios con la esperanza de que el azar vuelva a sonreírles. Las historias de premios pasados en Gipuzkoa han consolidado esta tradición y, año tras año, tanto lugareños como visitantes compran décimos en estos puntos "afortunados", esperando repetir la suerte de años anteriores.

Suerte aleatoria

En conclusión, aunque la suerte en el sorteo es totalmente aleatoria, en Gipuzkoa hay una serie de localidades que han sido premiadas en el pasado, y eso contribuye a crear una atmósfera de ilusión y expectativas.

Donostia, Azkoitia, Eibar, Lasarte-Oria, Zarautz, Mondragón, Irun, Villabona y Oñati han sido los protagonistas de la buena suerte en el pasado, por lo que seguirán atrayendo la atención de mucha gente que sueña con ganar el codiciado Gordo.

Pese a esto, es conveniente tener en cuenta que cualquier número puede ser el ganador, y eso es lo que mantiene viva la esperanza de cada persona que juega, aunque tras el sorteo, la ilusión suele convertirse en enfado y el clásico "no vuelvo a comprar lotería".