a vitamina E está de moda. En formato de píldora, serúms y cremas, este ingrediente parece ser la llave para la eterna juventud. Su poder antioxidante le ha llevado a considerarse la medicina ‘antiaging’ (antiedad). No obstante, la vitamina E, además de en los suplementos también podemos encontrarlos en algunos alimentos, principalmente en los aceites vegetales, frutos secos como las avellanas o las almendras, en las hortalizas de hojas verdes como las espinacas o las acelgas, entre otros productos. Según los expertos, consumirla es esencial para el correcto funcionamiento del organismo debido a sus propiedades antioxidantes que ayudan a mejorar el sistema inmunitario, el cabello y la piel, además de prevenir enfermedades como el Alzheimer. He aquí los cinco beneficios más reseñables que aporta el consumo de la vitamina E:

Con la edad, el organismo se debilita y tiende a enfermarse. Por ello, la ingesta adecuada de vitamina E, principalmente entre la población más mayor, ayuda a mejorar la respuesta inmune y a verse mucho más fortalecido, sobre todo en época de gripes y virus. De esta forma, se generan más anticuerpos para combatir las épocas más complicadas del año. Los formatos a tomar pueden ser en formato de píldora o manteniendo una dieta equilibrada.

No cabe duda de que la vitamina E se ha convertido en un paso importante entre las fanáticas del ‘skincare’. Y no es para menos puesto que su uso favorece la integridad de la piel y aumenta su firmeza. Es esta la razón por la que se cree que se podría prevenir el envejecimiento precoz y el surgimiento de arrugas. Asimismo, tiene el poder de mejorar la cicatrización o las pieles con dermatitis atópica, entre otras cuestiones. Igualmente, favorece la salud del cabello ya que mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, haciendo que el pelo crezca saludable y con brillo. Los serúms suelen ser la opción más apropiada para este caso.

Se ha comprobado de algunas de las enfermedades neurológicas podrían prevenirse con la ingesta de alimentos que contengan vitamina E como las hortalizas o los frutos secos ricos en aceites. Para evitar problemas graves se aconseja introducir en la rutina suplementos alimenticios con el fin de frenar y/o tratar enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.

Gracias al poder antioxidante de la vitamina E está comprobado que se puede llegar a controlar y a mantener los niveles adecuados de colesterol en sangre, principal causante de muchos de los problemas del corazón. Al mismo tiempo, también ayudaría a reducir el riesgo de trombosis, ya que ayuda a evitar la formación de coágulos de sangre al dilatar los vasos sanguíneos. Así, se lograría disminuir la morbilidad y mortalidad causada por las enfermedades cardiovasculares.

Se habla de que la vitamina E, en el caso de los hombres, mejora la calidad del esperma, aumentando la movilidad de los espermatozoides. Sin embargo, en el caso de las mujeres no hay estudios concluyentes para verificar este hecho.