La cocina como hobby, en su versión más lúdica, es la consecuencia de querer divertirse, disfrutar o aprender de la comida. Estas tres cosas, además, se pueden hacer de manera individual o en conjunto, debido a que los platos los podemos disfrutar nosotros solos, un ejemplo pueden ser unas galletas de chocolate, y al mismo tiempo, es colectivo porque mediante la cocina podemos hacer disfrutar a esos amigos o familiares que tanto queremos a través del paladar.

Por otro lado, no vamos a olvidar que para que la cocina pueda llegar a ser un hobby tenemos que tener ciertos conocimientos básicos para la correcta elaboración de cada uno de los platos. Eso sí, este punto no tiene por qué frenar a nadie que quiera aprender a disfrutar de la cocina como afición, aunque sí que tendrá que empezar, sin duda, por lo más básico. Al final, esto es como sucede en todos los ámbitos de la vida, ¿no?

Una vez tengamos claro que necesitamos de ciertos conocimientos para cocinar, hablaremos de las distintas varientas de elaboraciones que existen en esta afición que tan feliz nos hace a nosotros y a los de nuestro alrededor. En este punto, sí que es verdad que muchas de las personas que confiesan ser absolutos fanáticos de la cocina y que no pueden dejar pasar un día sin hacer alguna elaboración nueva aseguran que lo que más les gusta hacer es repostería. Aquí aparecen las tartas de todos los colores y sabores, los bizcochos desde los más básicos a los más elaborados, flanes, natillas, magdalenas o las famosas galletas caseras. Eso sí, la mayoría de elaboraciones tienen en mayor o menor medida chocolate. Sin duda una de las mayores perdiciones de la mayoría de personas.

Las otras elaboraciones más recurrentes a las que se suele referir la gente que asegura ser aficionada a la cocina son, sin duda, todas aquellas que estén relacionados con las cazuelas. En este punto hablamos de unas buenas alubias o lentejas, entre otros grandes platos que han pasado de madre a hijos hasta nuestros días. También, no podemos dejar de destacar el placer que genera estar rodeado de amigos y comer juntos una buena paella, con permiso de los valencianos que nos lean. Al final, sea cual sea la elaboración se convierte en una autentica fiesta para disfrutar de manera individual o con el entorno más cercano y que tanto queremos. Además, en muchas ocasiones la cocina nos puede hacer entender más si cabe determinadas culturas a través de su gastronomía o, al mismo tiempo, un simple plato, sea cual sea, de un país en concreto nos puede teletransportar con un simple bocado a ese viaje que tanto nos marcó en algún momento de nuestra vida. Sin duda, la cocina entendida como hobby se traduce en ese placer que sentimos por comer.

cocinar desde los 3 o 4 años

Cuando hablamos del placer de cocinar no nos tenemos que centrar únicamente en los adultos, ya que los más pequeños de la casa también pueden participar de este hobby. Además, de hacerlo les enseñaremos a que vean o sean conscientes de dónde viene cada cosa que comen y con el tiempo apreciarán más las cosas. Además, no tienen filtro alguno por lo que si el plato que estás haciendo no está bueno te lo dirán.

Cocinar con los más pequeños e introducirles poco a poco en la cocina hará que les preparemos para una alimentación saludable. Eso sí, esto siempre dependerá de qué les enseñemos, así que en nuestra mano esta qué les enseñamos. En este tipo de elaboraciones, que en su mayoría no serán muy complejas, utilizaremos webs o libros de cocina donde nos enseñaran platos muy sencillos como una ensalada, un yogur o unas galletas de chocolate. Luego a medida que veamos que van aprendiendo las elaboraciones serán más complejas. Eso sí, que nunca se nos olvide que el objetivo es disfrutar, por lo que tendremos que enseñarles que da igual que a la primera no salga bien.

Otra de las cosas que podrán aprender los más pequeños de la casa es la organización y las pautas que hay que seguir para conseguir un objetivo, en este caso un plato. Al mismo tiempo les dejaremos que sean libres para decorar o hacer determinadas elaboraciones como ellos crean que está bien. Recordad que no hay una forma perfecta. Además si lo hacemos como si fuera un juego podremos potenciar la motivación de los pequeños para que mejoren en sus platos. En definitiva, con esto una vez más trabajaremos la frustación de que salga mal.

Por último, cocinar con niños hará que potencien la habilidad del orden, ya que descubrirán que si un plato se hace con unas medidas determinadas saldrá mejor que si lo hacemos de una manera más arcaica y sin ningún tipo de control. Y por otro lado, a medida que cocinen descubrirán de una manera lúdica multitud de sabores que de otra manera seguramente nunca llegarían a probar.

gastronomía vasca y navarra

Llegados a este punto no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar en líneas generales de nuestra gastronomía, la vasca y la navarra. Empezaremos por el primer tipo de cocina y destacaremos la larga tradición que existe, así como la cantidad de pUna madre disfruta con su hija haciendo un postre en la cocina de casa. Foto: Pexelsremios en forma de estrella que reciben los chefs vascos. En cuanto a ingredientes, del mismo modo que sucede con su orografía existe una gran diversidad. En los pueblos cercanos al mar Cantábrico encontraremos más pescado o marisco de calidad que en los pueblos de interior donde es más normal encontrar una buena carne o todo tipo de productos de la huerta.

Por otro lado, la gastronomía de Navarra ha recibido mucha influencia de la cocina riojana o aragonesa pero con el tiempo se ha creado una identidad propia. Así, en el norte existe mucha influencia de Euskadi en la elaboración de sus platos, ingredientes y productos como el queso de Idiazabal, la sidra o la goxua. Por el contrario en el sur hay muchos ingredientes procedentes de la huerta como por ejemplo los espárragos o la menestra.