Con solo tres actuaciones en las plazas, Arkaitz Etxebeste ganó el pasado día 25 el Urrezko Binakako Aizkolari Txapelketa junto a Iker Vicente. El de Igeldo aún no se cree del todo este triunfo, pero admite que es una motivación para continuar.

Debutó el pasado mes de enero, y después de tan solo tres jornadas ganó su primera txapela en la final del Urrezko Binakako Aizkolari Txapelketa...

–Así es. Debuté el 14 de enero en Leitza. Fue mi primera plaza, y en menos de dos meses he pasado de debutar a estar en una final y a ganar mi primera txapela.

¿Se esperaba ganar el torneo?

–¡Qué va! Bastante tenía con lo mío, con salir por primera vez a la plaza y hacer lo que hacía en casa, que era mi objetivo. De ahí a ganar a aizkolaris como Basozabal, Bihurri, Otaño... para mí era un reto muy grande, no pensaba en eso.

¿Qué supuso formar pareja con Iker Vicente?

–Fue una sorpresa. Tenía dudas conmigo mismo, porque yo nunca había salido a una plaza, el trabajo ahí es más exigente que en casa y tenía dudas de si podría aguantar. Ya sabía que él iba a funcionar muy bien. Según iban pasando las semanas e iba entrenándome con él estaba cada vez más a gusto, me ha dado mucha confianza. Se ha portado conmigo de diez, y creo que eso me ha venido muy bien para poder dar mi máximo.

¿Cómo ha sido competir junto a él?

–Competir con Iker, más que un motivo de presión, ha sido una gozada. Iker siempre va a estar adelante, todo el mundo sabe quién es y espera que gane. Yo quería dar mi nivel, y con eso ya sabía que podía dejar contento a Iker, o por lo menos cumplir.

Hodei Ezpeleta –Bihurri– y Jokin Urretabizkaia –Basozabal–, que eran los anteriores campeones, se adelantaron en la primera prueba.

–En el primer tronco de 45 pulgadas suelo tardar bastante, no sé por qué, porque suelo cortar mejor troncos más grandes. Sabíamos que íbamos a empezar por detrás. Quitando la primera prueba, creo que estuvimos por delante en todas las demás pruebas, y estuvimos tranquilos.

¿Cuándo se vio campeón?

–Empezamos la última prueba con 26 segundos de ventaja, que es tiempo pero a la vez no es nada. Ellos empezaron muy fuertes, como nosotros, porque no nos quedaba otra. Estaba bien, pero había que aguantar. Cortamos a la par el cuarto tronco, que era el segundo oinbiko, y ahí empecé a pensar que se podía ganar. 

La txapela será un aliciente para continuar compitiendo...

–Todavía no me lo creo. Miro todos los días la txapela y pienso Esto no puede ser. Esta semana he estado tranquilo, entrenando suave. En la final también estaba tranquilo, pero ahora estoy disfrutando. Todavía me queda mucho por aprender, porque llevo poco más de un año en esto, y la txapela me motiva mogollón, para dar mi nivel o incluso mejorar en el campeonato individual.

¿Cómo se animó a ser aizkolari?

–Porque no me quedaba otro deporte de los que me gustan por probar. Empecé con el fútbol. Era central o lateral izquierdo, primero en el colegio, luego en el Añorga, y acabé en el Touring, en División de Honor. También jugué a pelota, pero cuando pasé a seniors sufría mucho de las manos y lo dejé. Luego empecé a jugar a pala, y después empecé a correr con la bici en carreras de monte, por mi cuenta. Andaba solo, y eso fue uno de los motivos para dejarlo. Estuve un mes sin hacer nada, pero yo no soy de esos, a mí me gusta competir. Al final, lo único que me gustaba era la aizkora, convencí a mi padre para que me entrenara, que ya me costó, y pude empezar.

¿Su padre no quería entrenarle?

–Mi padre al principio no quería entrenarme. Son muchos entrenamientos, madera, hachas... Es mucho compromiso. Tienes que hacer cinco o seis entrenamientos a la semana, y mi padre no creía que yo podría aguantar. Pero yo estaba seguro de que sí. Después de un mes diciéndoselo todos los días cinco o seis veces tranquilamente, al final hicimos una prueba y fuimos adelante.

¿Nunca se había entrenado con él?

–No. De pequeño venían a casa muchos aizkolaris, como Olasagasti y Txapartegi, y yo siempre estaba viéndoles entrenar con mi hermano. Luego, cuando acababan, mi hermano y yo acabábamos las maderas que dejaban sin cortar del todo, como podíamos, haciendo un poco el chorra. Pero nunca habíamos hecho un entrenamiento poniendo una madera solo para mí. 

¿Cómo es su padre como entrenador?

–Una gozada. Todo lo que me manda lo hago, porque me gusta. No diría que me gusta sufrir, pero disfruto, porque veo que las cosas salen y que hay resultados. En la bici aprendí a sufrir mucho, y eso me ha servido a la hora de coger el hacha.

¿Cómo le vio en la final? ¿Terminó contento?

–Sí, no se lo creía. Estaba súper contento. Después de la final fui donde él y se emocionó. Él estaba grabando –es comentarista para Euskal Telebista– y no podía estar con nosotros, no podía decirme si hacía algo mal o no. El padre de Iker Vicente, Daniel, también me ha ayudado mucho.

¿Tiene algún tronco favorito?

–A txanda libre, con Iker, me he sorprendido a mí mismo en el vertical. Cortar uno solo ya es otra historia. También me he visto bastante a gusto con los kanaerdikos.

¿Prefiere trabajos cortos o largos?

–Diría que cortos por no sufrir tanto, pero me veo bien en los largos. Soy de los que aguanta, y ahí puedo sacar ventaja. 

¿Va a participar próximamente en alguna otra competición?

–El campeonato individual empezará en abril o mayo. Si pasas la eliminatoria, hay que cortar un tronco de 45, uno de 50 y cuatro kanaerdikos, y ese trabajo me viene bien. Luego ya entrarán troncos verticales y otros troncos, y eso ya me da bastante respeto, y por eso estoy dudando.

¿Qué meta le gustaría alcanzar como aizkolari?

–Creo que algo grande ya he conseguido. Mi padre nunca había ganado por parejas y le vacilo con eso –bromea–. Pero no tengo prisa. Llevo un año y tres meses como aizkolari y no me puedo poner metas. Sería bonito, de aquí a cuatro o cinco años, participar en una final del Campeonato de Euskadi. Ahora tengo que empezar en Tercera, y todavía tengo mucho por aprender. Espero que me salga alguna exhibición para ir aprendiendo, no tengo prisa. Tengo 29 años, hay tiempo de sobra. Si llega, llegará.

Arkaitz Etxebeste, con la txapela ganada el pasado día 25. Iker Azurmendi