urretxu - La sociedad ha cambiado mucho estas últimas décadas y eso ha influido también en los clubes de los pueblos. Antaño la oferta para el ocio no era tan variada y la movilidad era más reducida (hasta que llegó el coronavirus) y los campos de los pueblos se llenaban de público y los jugadores aguantaban más años en los clubes. El Urola de fútbol celebrará este año su 50º aniversario y en este medio siglo solo cuatro jugadores han alcanzado la cifra de 300 partidos con el primer equipo. El último en lograrlo ha sido Ander Badiola Uribesalgo. Han pasado más de 20 años desde que lo lograra Iñaki Aranzadi. Antes lo habían conseguido Matías Sánchez e Iñaki Ibarzabal.

El histórico logro de Badiola merecía un reconocimiento y la directiva le ha entregado un recuerdo. En el acto participaron también Sánchez, Ibarzabal y Aranzadi.

Badiola nació en 1989. De niño, compaginó la pelota con el fútbol. Cuando le tocó elegir, se quedó con el fútbol. No en vano, lleva al Urola en el corazón. Su padre, Josetxo, también jugó en el equipo de Zumarraga y Urretxu.

El protagonista de este reportaje siempre ha jugado de defensa. Empezó de lateral y estos últimos años ha jugado de central. Debutó con el primer equipo con 18-19 años y de todos los partidos que ha jugado desde entonces recuerda uno con especial cariño. "En 2017 jugamos la final para ascender a División de Honor Regional, contra el Allerru. En el partido de ida, perdimos por 2 a 1 en Lezo. Nos dieron un baño, pero salimos vivos. En el partido de vuelta nos impusimos por 3 a 1. Nunca he visto tanta gente en Argixao. Me expulsaron por cortar un contraataque y abandoné el campo en medio de una ovación. Jamás olvidaré aquellos aplausos".

El público le ovacionó porque estaba cuajando un buen partido y había que cortar aquel contraataque. Badiola dice que se caracteriza, precisamente, por saber en cada momento qué hay que hacer. "Sé bien lo que estoy haciendo. No soy un jugador top, pero siempre doy mi mejor nivel. No suelo tener altibajos".

Los jugadores con oficio están muy valorados y ha recibido ofertas de otros equipos de la zona, pero nunca ha abandonado el Urola. "En el Urola tenemos un gran ambiente, tengo muchos amigos y siempre me han tratado muy bien. El Urola me ha dado una educación y gracias al club he hecho muchos amigos: en el propio equipo y de otros clubes".

Pero considera que está llegando el momento de probar otras cosas. "Lo dejaré a finales de esta temporada o después de la siguiente. Hay que dejar paso a los jóvenes y, además, tengo ganas de probar otras cosas. El fútbol te quita mucho tiempo. Creo que ya he hecho suficiente y tengo ganas de disfrutar de los fines de semana".

Pero no abandonará del todo el fútbol. "Me estoy sacando el título de entrenador y quiero entrenar algún equipo del Urola. Será un poco más adelante, tras un pequeño descanso".

Para finalizar, quiere dar las gracias a todas las personas que forman el Urola. "Por culpa del coronavirus, estamos jugando sin público. Recibir la insignia del club sin público ha sido una pena, pero me ha escrito mucha gente para felicitarme. Quiero dar las gracias a la directiva, por la gran labor que realiza. En un club hay mucho trabajo, que no se aprecia lo suficiente. También quiero dar las gracias a los delegados y a mis compañeros de equipo".

Los otros tres jugadores del Urola que han disputado más de 300 partidos son Matías Sánchez, Iñaki Ibarzabal e Iñaki Aranzadi