ras una importante labor de documentación y preparativos previos, el pasado día 17 de febrero dos artistas azkoitiarras, Udane Juaristi y Gorka Larrañaga, cogieron sus pinceles, brochas y rodillos y se dispusieron a acometer unas de las obras más ilusionantes de sus dilatadas trayectorias profesionales.

No en vano, el Consistorio de su pueblo natal ya ha empezado a planificar el programa para conmemorar (en 2024) el 700º aniversario de la fundación de la villa y “para ir calentando el ambiente de cara a esa efeméride” les había encargado decorar sendas fachadas situadas a ambos lados de la rotonda de la avenida de Altzibar (la de Lidl) con unas imágenes que fueran capaces de captar la esencia de Azkoitia y de los azkoitiarras.

Tres semanas después de aquellos primeros trazos, las fachadas laterales de los citados edificios lucen ya dos impresionantes obras de arte que, de manera inevitable, atraen la mirada de las miles de personas que cada día pasan con sus vehículos por ese enclave para dirigirse al centro urbano de Azkoitia, a Azpeitia o hacia Urretxu.

Antes de ponerse manos a la obra tanto Udane como Gorka ya mostraron su intención de “dejar constancia de la esencia de Azkoitia” con unos trabajos que ambos artistas diseñaron con la idea de “reflejar parte de la historia del pueblo, pero con una mirada hacia el futuro”.

Para ello, Larrañaga se decantó por dibujar “un corazón pero no en el sentido romántico sino como un músculo que no para de latir”; con la particularidad de que sobre esa imagen ha incrustado diferentes elementos identificativos de la historia del pueblo (Kontzejupe, Intsausti, San Martín o el último alpargatero) y de la naturaleza local (una rana, un haya...).

Por su parte, Udane optó por rendir un merecido homenaje a las mujeres alpargateras; un oficio que dio de comer a muchas familias de la villa en los tiempos difíciles. Para ello, ha inmortalizado “a dos mujeres alpargateras de otra época trabajando”. La artista ha destacado “la labor manual” de ambas en una obra a la que ha llamado Erreportzaketan (nombre con el que se conocía la actividad de coser alpargatas) y que ha culminado con la silueta de una chica de hoy en día.

En vista de las numerosas personas que diariamente se están acercando hasta la rotonda de Altzibar para ver las obras ejecutadas y de las positivas reacciones que están suscitando entre la ciudadanía, no cabe duda de que ambos artistas han acertado con sus trabajos. Durante el proceso de elaboración “mucha gente se me ha acercado para contarme historias, en ocasiones personales, relacionadas con la fabricación artesanal de alpargatas”, reconoce la propia Udane. Por eso, “el objetivo de hacer algo que tocara la fibra de los azkoitiarras parece que se ha cumplido”, sentencia.