as personas residentes en el barrio azkoitiarra de Madariaga siempre celebran con alegría la festividad de San Isidro pero el 15 de mayo del 2018 la celebración fue muy especial. No en vano, el Consistorio de Azkoitia aprovechó aquella jornada festiva para inaugurar el nuevo local social que había acondicionado en el edificio que albergó el antiguo perratoki (taller del herrero) del barrio.

Aquel evento, que llegó tras reformar de manera integral el citado inmueble (propiedad de la parroquia) con una inversión de 178.250 euros (financiados entre el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento), significó mucho más que la mera inauguración de un local. Fue, en cierto modo, el pistoletazo de salida a un proceso para revitalizar el barrio que tendrá continuidad de manera inminente.

De hecho, la parroquia de Azkoitia iniciará la próxima semana las obras para rehabilitar la ermita de San Isidro; una actuación que estará acompañada por la restauración de la que durante muchas décadas fue la apaizetxea (casa cural).

Según explica el párroco azkoitiarra, Félix Azurmendi, “se va a rehabilitar todo el edificio, que incluye tanto la iglesia como la casa cural”.

Concretamente, la parroquia se encargará de renovar la parte del tejado de la iglesia y el interior del templo; mientras que la restauración de la parte del tejado correspondiente a la casa cural y el interior de esta correrá a cargo de las personas propietarias del inmueble que, ante la perspectiva de que no volvería a ser utilizado como hogar de ningún otro sacerdote, fue vendido por la parroquia “con el fin de conseguir el dinero necesario para renovar el tejado”.

Para llevar a cabo esa actuación la Parroquia invertirá “unos 100.000 euros”; una cantidad a la que habrá que añadir “unos 150.000 euros más”; los que costará restaurar el interior de la iglesia, donde “se arreglarán y pintarán las paredes, se renovarán los sistemas de electricidad, calefacción y megafonía y se mejorará el retablo”.

Para completar el montante económico que requerirá restaurar el interior del templo religioso, la Parroquia recurrirá a diferentes vías: “de momento hemos pedido una ayuda al Ayuntamiento, pero pronto iniciaremos una campaña para intentar conseguir el apoyo de las entidades financieras, las empresas y la ciudadanía”, avanza Azurmendi, que se muestra convencido de que “con un poco que obtengamos de cada sitio conseguiremos culminar la necesaria rehabilitación”.

Y es que “la iglesia de San Isidro tiene unos 180 años y ya hacía bastante tiempo que necesitaba una buena rehabilitación”, explica el párroco, esperanzado en que las actuaciones que se van a llevar a cabo en Madariaga “contribuirán a revitalizar un barrio que tiene algo especial y que siempre ha sido un lugar muy querido tanto para los habitantes de Azkoitia como de Elgoibar”.

Sin lugar a dudas, a esa revitalización de Madarixa contribuirá la recuperación del servicio de hostelería que tan bien funcionó durante décadas en el edificio de la casa cural. Y es que, según reconoce Félix Azurmendi, “los nuevos propietarios de la casa tienen intención de poner en marcha un establecimiento hostelero”.

Si las previsiones se cumplen, la rehabilitación de la iglesia y de la casa cural de Madarixa concluirá “dentro de unos cinco meses”.

Los nuevos propietarios de la casa cural de Madariaga abrirán un establecimiento hostelero cuando terminen las obras de reforma