Tolosa. Tras treinta años tocando el saxofón en la banda de música de Tolosa y ejerciendo como subdirector desde 1996, Enrike Arostegi es ahora el nuevo director de esta institución con tanta historia en la villa. La entidad ha optado por escoger a una persona "de casa" para tomar las riendas de la agrupación y para Arostegi el apoyo que le han brindado sus compañeros ha sido "definitivo".

Es el nuevo director de la banda de música de Tolosa. ¿Por qué ha sido elegido?

Antes la banda era municipal y después pasó a ser una asociación con unas obligaciones con el Ayuntamiento, por lo que es esta institución quien tiene la potestad para designar nuevo director. Yo era subdirector de la banda, el encargado de sustituir al director, conocía bien la banda, su funcionamiento... y además, soy trabajador municipal, ya que soy profesor de saxofón en la escuela de música. Llevo 30 años en la banda y todo eso se ha tenido en cuenta. Había una posibilidad de traer una persona de fuera, haciendo una oposición abierta, pero la solución estaba en casa y, al ser yo una persona conocida, pensaron que era lo mejor.

¿Cómo se enfrenta a este nuevo reto?

Con ilusión, pero he de decir que han sido los compañeros los que me han dado el último empujón. Ellos querían que fuese así, que no se rompiera el vínculo familiar que tenemos. Me conocen mucho, tenemos confianza y eso se valora. Eso es lo que ha ayudado a dar el último paso, porque sin responsabilidades se vive de forma cómoda.

¿Qué responsabilidades supone el nuevo cargo?

Tengo que hacer el programa de todo el año, adaptar el repertorio, saber con qué gente cuento para saber qué piezas se pueden tocar... Está claro que la dedicación es mucho mayor, porque cada mes tenemos un concierto o dos. Antes, como subdirector, me ocupaba de la parte artística, pero ahora corre a mi cuenta toda la logística de los conciertos y hay que trabajar con mucha previsión. Además, antes pasaba más desapercibido, y ahora cualquiera que quiere algo se dirige a mí, incluso, por la calle.

¿Ha pensado introducir algún cambio en la banda?

Luis Mari (el anterior director) y yo somos diferentes, y sin quererlo, imprimimos nuestro carácter a la banda, porque cada uno tiene sus tendencias musicales. Sin embargo, es una banda que ha funcionado muy bien en los últimos años y no quiero desviar mucho su rumbo. El 90% de los conciertos de la agenda son fijos: la procesión de San Juan, la diana de Carnaval, los de Navidad... Siempre se pueden hacer cosas nuevas y, de hecho, se han hecho con los payasos Txirri, Mirri y Txiribiton, con Oskorri... Este años participaremos, por ejemplo, en el 500º aniversario de la conquista de Navarra y en el Alarde de Tolosa en junio.

¿En qué momento se encuentra la banda?

En los últimos años se ha rejuvenecido mucho. Yo, al ser subdirector de la banda y también profesor, he sido el encargado de realizar el seguimiento a los alumnos de la escuela de música que tenían posibilidades y los que destacaban han pasado a la banda. La escuela de música ha tenido una gran influencia en el desarrollo del grupo.

¿El nivel de la escuela de música es ahora mayor?

Ahora hay especialistas muy buenos para impartir cada instrumento, y antes, por ejemplo, un profesor daba todos los instrumentos de viento. En los últimos años el nivel ha subido mucho y eso se nota en los frutos que está dando la escuela de música. Es muy importante que la banda se rejuvenezca, porque los jóvenes aportan mucha fuerza.

¿Para los alumnos de la escuela de música la banda es un referente?

Sí, sobre todo para los alumnos de instrumentos de viento. Cuando un niño empieza en la escuela de música, su objetivo es la charanga y el Carnaval. Es un fenómeno que se da en Tolosa. Salir a la calle con el instrumento es una motivación para muchos. Es curioso que a la hora de elegir el instrumento también los padres preguntan si con ese instrumento se puede tocar en la charanga.

¿Por qué cree que en Tolosa hay tanta afición a la música?

Creo que tienen mucho que ver los Carnavales. Igual que en Liverpool todos los niños tocan la guitarra porque tienen en la cabeza a Los Beatles, en Tolosa todos los niños quieren tocar un instrumento de viento para formar parte de una charanga. Los últimos años la demanda de los instrumentos de viento ha aumentado muchísimo y eso solo ha pasado en Tolosa.

¿Es culpa de las charangas?

Sí y creo que ha tenido mucho que ver la charanga de Bonberenea. Casi todos sus integrantes han pasado por la escuela de música, son todos jóvenes, con nivel y se lo pasan en grande. En Tolosa han sido una revolución. La ilusión de muchos alumnos de la escuela es formar parte de la charanga Bonberenea.

¿Qué supone para Tolosa tener una banda de música?

Mucha gente no se da cuenta del lujo que supone. Para no ser una banda profesional, sino amateur, el nivel es altísimo. Si algún día desapareciese la banda, entonces es cuando se echaría en falta. Hay fiestas que no serían lo mismo sin la banda de música. Si un día de diana no apareciese la banda en la plaza Gorriti, nos echarían en falta. Mucha gente se ha acostumbrado a que estemos, aunque también tenemos un público muy fiel. En los municipios en los que no ha habido banda o ha desaparecido, están haciendo grandes esfuerzos por recuperarlo y en Tolosa tenemos la suerte de disfrutar de ella.