ste año parecía que sería posible. Daba la sensación de que volvería; que de nuevo la tradición de la mañana del 31 de diciembre se celebraría. La San Silvestre estaba ya organizada, preparada y lista para que hoy se disputara. Sin embargo, el coronavirus era quien contaba con la última palabra.

Después de días de rumores, el lunes 27 de diciembre se confirmó la noticia: por segundo año consecutivo, la San Silvestre de Beasain quedaba suspendida.

Desde entonces la tristeza de muchos es innegable; sobre todo, de los organizadores. La Sociedad Beti Bizi es la encargada de planificar la San Silvestre beasaindarra. Jesus Mari San Pedro Sampe, miembro del comité de cultura de la Sociedad, ha mostrado su profunda pena: "Estábamos ilusionados, pero veíamos que no podríamos controlar las medidas de seguridad durante la carrera".

El 31 de diciembre es un día de gran ambiente en Beasain. Tanto los corredores como el público se apilan para disfrutar de una mañana de deporte, diversión y amistad. La formación de grupos multitudinarios es casi inevitable. "No queríamos que por nuestra culpa se dispararan aún más los contagios", comenta Sampe.

Y esa gran afluencia de personas es, en parte, uno de los grandes atractivos de la carrera. El corredor beasaindarra Beñat Iturrioz explica lo especial que es para él participar en la San Silvestre de Beasain: "Te sientes arropado por el público, ya que muchas de las personas aficionadas son conocidas". Asimismo, comenta que correr en "casa" es una de las mejores maneras de finalizar el año.

"En un primer momento me decepcioné, te da pena que, en mi caso, el trabajo de un mes, se vaya por la borda. Sin embargo, a los pocos instantes me di cuenta de que la decisión adoptada por los organizadores era la más sensata", reflexiona Iturrioz.

No ha sido una decisión fácil de tomar, según cuenta Sampe. No obstante, no todo han sido inconvenientes: "Tenemos que agradecer el apoyo recibido por el Ayuntamiento de Beasain, nos ha ayudado en todo momento y nos ha ofrecido todo tipo de facilidades". De la misma manera, la mayoría de los corredores y aficionados de la San Silvestre beasaindarra han entendido y comprendido la suspensión.

Se han celebrado ya 46 ediciones de la San Silvestre en Beasain. Y durante 46 años nunca había sido suspendida. Ahora, en dos años consecutivos y por el mismo motivo, la carrera ha tenido que ser interrumpida. De momento, el covid ha sido el único mal en poder paralizar el famoso cross.

"Si el próximo año las circunstancias nos lo permiten, volveremos a celebrar la San Silvestre con más ilusión que nunca", asegura el miembro de la Sociedad Beti Bizi.

Por su parte, Beñat Iturrioz promete que en 2022 disputará la carrera e intentará hacer una marca excepcional: "Lucharé para ser uno de los tres primeros beasaindarras en cruzar la línea de meta".

"No queríamos que por nuestra culpa se dispararan aún más los contagios", declara 'Sampe', organizador de la San SIlvestre