o que no paró ni la guerra lo hará el virus COVID-19. Debido al estado de alarma, esta Semana Santa no habrá procesión en Segura, una costumbre que cuenta con más de 300 años de historia, y que por primera vez tendrá un parón.

Hoy mismo iban a desfilar más de 300 habitantes de la localidad, que contarían con un tiempo soleado. Es un acto con el que muchos segurarras se vuelcan, crean o no en el mismo sentido de la procesión, pero que como acto y costumbre los han integrado dentro de su realidad. Un evento que además despierta la curiosidad y a la que acuden cientos de personas como espectadores.

Laureano Telleria es un experto en el tema y desde siempre ha impulsado la procesión, labor que continúa haciendo. Él tampoco se acuerda de algo similar: "Yo nunca he visto nada así en mis 84 años. Y tampoco tengo constancia de ello, ya que ni mis abuelos ni los mayores nunca comentaron nada así. Se ha celebrado desde hace más de 300 años, sin parones, y este año lo suspenderá un virus. Es algo inaudito".

Entiende perfectamente que teniendo en cuenta la situación actual es imposible llevarla a cabo: "Pasa a un segundo plano ya que lo primero es la salud, pero inevitablemente siento mucha pena". Aún así, destaca que le habría dado mucha más pena que no se celebrase por el siguiente motivo: "Lo que de verdad me daría una tristeza inmensa es que no se pudiese organizar por falta de gente, porque no se han juntado las y los suficientes. Espero que para el año que viene volvamos con más fuerzas y que podamos disfrutar de nuestra procesión".

Segura es una localidad pequeña pero que cuenta con mucho encanto. Fundada como villa amurallada, hoy en día paseando por sus callejuelas se puede sentir el ambiente medieval. Con cerca de 1.500 habitantes, cuenta con una procesión en la que participa un tercio de la localidad. "Desfilan los costaleros, nazarenos, soldados romanos, penitentes... es muy completo", recalca Telleria. De hecho, tras las celebraciones litúrgicas de la Iglesia, los 10 pasos o imágenes y otros cinco pasos vivientes desfilan a partir de las 18.30 en procesión por las calles del municipio. El paso más pesado es el de Jesucristo Crucificado que pesa 287 kilos y mide 3 metros de alto.

Los días de hoy y mañana eran los señalados. "Ha habido muchos años en los que solamente lo hemos hecho un día, porque hacía mal tiempo y no sacamos las esculturas en esa situación. Pero justamente llevábamos seis años haciendo la procesión tanto los jueves como los viernes. Siempre salimos a las 18.30 de la tarde, y parece que este año también hubiésemos tenido suerte y que haríamos doblete. Yo saldré por la ventana para ver imaginarme hubiese sido la procesión de este año", suspira contento.