La Corporación donostiarra aprobó ayer por unanimidad descartar definitivamente el plan para construir una urbanización de 118 viviendas en Basozabal, un proyecto que estaba incluido en el Plan General de 2010 y que tenía como objetivo que los dueños del terreno obtuviesen fondos económicos con los que financiar una zona con otros nueve hoyos más para el campo de golf, además de la construcción de la propia zona residencial. La decisión obligará al Consistorio a indemnizar a la promotora en una cantidad aún no fijada.

Tras distintos vaivenes, el rechazo de la Diputación a aprobar el plan en su momento e informes que señalaban que la propuesta era contraria a las Directrices de Ordenación Territorial y a los criterios urbanísticos actuales, la Corporación descartó ayer convertir en residencial este espacio verde situado junto al campo de golf, en el camino de Goiaz Txiki de Martutene.

A pesar de que hubo acuerdo general en la decisión de no impulsar una urbanización en la zona verde, los reproches entre los distintos grupos políticos no estuvieron ausentes.

La concejala de Elkarrekin Donostia Haizea Garay aseguró: "Hemos conseguido obligar a este gobierno a que cambie lo decidido en 2017", en alusión al año en el que resurgió la propuesta que había pasado un tiempo en los cajones. Más tarde, el Ayuntamiento se echó para atrás y los promotores acudieron a los tribunales para defender su presunto derecho a construir estas viviendas.

Garay dijo que el proyecto "no cumplía los estándares de VPO, no tuvo los periodos de exposición pública necesarios y no cedía un 15% de suelo al Ayuntamiento", entre otras incorrecciones.

Por su parte, el concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran se mostró favorable a descartar la urbanización y criticó que "durante un tiempo, la máquina urbanística se utilizó para generar dineros", en alusión a que este proyecto se justificaba como necesario para financiar los nuevos hoyos de golf.

La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, por su parte, se mostró contenta por la unanimidad aunque molesta con las palabras de Garay. "Ustedes no nos han obligado a nada. No tengo ninguna petición suya para ello", dijo la concejala del PNV, que añadió que "si le hiciera a usted caso, no habríamos aprobado ni uno solo de los expedientes urbanísticos de esta legislatura".

Por otra parte, el Pleno también dio luz verde al Plan Especial para transformar una parcela de Riberas de Loiola que queda sin edificar, y que estaba catalogada como "residencial colectiva", en un espacio que acoja 36 viviendas de precio libre.

En este caso, todos los grupos políticos, con excepción de Elkarrekin Donostia, apoyaron la iniciativa. Para Garay, "es de interés público mantener el uso de residencia colectiva", un epígrafe en el que cabe una residencia de mayores, un albergue, un convento, etc... Burutaran, por contra, manifestó que "si fuera un terreno público sería distinto, pero en este caso no cambia mucho".

incendio en villa

La sesión plenaria también aprobó definitivamente el plan para construir nueve viviendas en la parcela de los números 54 y 55 de la calzada de Egia, donde existían dos villas, una de las cuales fue incendiada de modo intencionado recientemente. El trámite solo recibió el apoyo del Gobierno municipal PNV-PSE, pero no del resto de grupos. El edil del PP Mikel Lezama consideró "sospechoso" el incendio, a lo que Arzallus respondió que las viejas villas tenían licencia de derribo antes del fuego que destruyó Euskal Kabiya.