- Decenas de personas se manifestaron ayer en Donostia para pedir al Gobierno Vasco que paralice la construcción de la pasante subterránea del Topo por el centro de la ciudad, porque consideran que esta obra es “una insensatez y un derroche económico absolutamente innecesario”.

La marcha llegó al Palacio de Miramar, donde se reunía el Consejo del ejecutivo de Iñigo Urkullu para dar inicio al curso político, y pidió la paralización de la obra con lemas como Jaularitza entzun: Metroa Gelditu.