l barrio de Loiola vuelve a llenarse de color con dos nuevos murales en proceso de elaboración dentro del programa Loiola Apain.

Se trata de una iniciativa que comenzó oficialmente en 2019 a raíz de la introducción de la actividad en el festival Olatu Talka y que busca poner en valor espacios de la zona a través del arte. Antes, ya adornaban el barrio varios murales que se iniciaron en 2017 y que no obtuvieron financiación por parte de las instituciones, como los siguientes que se crearían.

Los 14 murales situados en lugares poco transitados de Loiola forman ya parte de él. Sus formas y colores se camuflan entre los edificios, aunque a pesar de ello llaman la atención de los paseantes.

Cada uno de los murales tiene relación con algo propio de este rincón donostiarra. De esta manera, "el observador se encuentra más cerca de Loiola", aclara el director de la casa de cultura, Jon Urbieta, que dirige las visitas guiadas al conjunto de obras pintadas en las calles. Se celebran una vez al mes, y NOTICIAS DE GIPUZKOA acudió a la visita de julio. Durante la cita los niños y adultos que acudieron pudieron apreciar los inicios de lo que serán los siguientes murales.

La pintura a la que está dando forma la ilustradora donostiarra Aitziber Alonso, que ha trabajado en las imágenes de decenas de libros infantiles, se encuentra en la plaza Atarieder, junto al río, y en ella se muestran animales del fondo marino. El dibujo da la sensación de poder observar a través del muro y apreciar lo que vive dentro del agua. Sin duda, es una pintura que acerca al espectador a uno de los elementos principales del barrio: el Urumea.

La segunda obra que en estos momentos se encuentra en proceso de creación es del artista inglés Stephen Webb, que está pintando las seis columnas que sujetan el toldo de la plaza Latsari. Tres de ellas están acabadas, pero quedan pendientes dos por empezar y otra más por terminar. El artista se ha centrado en crear formas geométricas, con su característico estilo y llenas de color para decorar estos elementos de la plaza.

En estos últimos años Loiola ha conseguido llamar la atención de artistas procedentes de muchas partes que han participado en la creación de los diferentes murales. Cuando se recorren las calles del barrio se encuentran las firmas de autores como el barcelonés Marcos Navarro o el danés Allan Daastrup.

Otros artistas reconocidos también han dejado su marca en las calles. Entre ellos, María López, Javier de Riba, Icíar Nieto, Miguel Atutxa o el conocido francés NKDM, que participó en colaboración con la Alianza Francesa.

Sin duda alguna es una iniciativa que da color al barrio de Loiola y la oportunidad de que resurja y se embellezca a partir del arte callejero. A través de este programa se ha conseguido reafirmar la capacidad de este tipo de arte para revitalizar entornos como es el de este barrio, que ha conseguido ponerse en las rutas del street-art.

Tras el éxito rotundo de este programa, desde el 27 de septiembre al 3 de octubre, se llevará a cabo Altza Apain, un nuevo capítulo de esta iniciativa. En esta ocasión será Altza el barrio beneficiado de este arte callejero.

En esta segunda edición está previsto organizar, durante una semana, intervenciones artísticas y diversas actividades complementarias que incluyen conferencias y talleres sobre arte urbano. El programa final se presentará tras el verano, una vez que se hayan comprometido los espacios de trabajo definitivos.