- "Más que explicar con palabras lo que es el mirador, son las vistas las que hablan por sí solas". Así se expresaba ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, en la presentación del nuevo mirador de San Bartolomé, que llevará el nombre de Joseba Elosegi y que ya está abierto al público tras ocho meses de trabajos que han hecho realidad una plataforma un tanto vertiginosa que permite disfrutar de una panorámica diferente de la ciudad.

Con un suelo de madera sintética y una mampara de vidrio de 1,50 metros de altura como cerramiento (con las oportunas marcas para evitar que las aves choquen contra ella), quien se asome al mirador tendrá una perspectiva singular de los tejados de la ciudad, de los montes que la rodean y de Urgull. Al fondo, la torre de Atotxa y el barrio de Egia, a la derecha la vista se va hacia Amara, por la izquierda, hacia un mar que no se ve pero se hace notar.

"Esta es una pieza más en la transformación de una zona de la ciudad en la que las actuaciones están llegando a su final", destacó el primer edil donostiarra,

El acceso al mirador se puede realizar desde el ascensor público situado junto al edificio de viviendas de Easo 22 y también a pie desde Aldapeta, llegando hasta el hotel Catalonya Donosti.

Con un presupuesto de ejecución de 759.646 euros, esté privilegiado balcón sobre Donostia permite, además, conocer una zona de nuevo cuño a la que se le irán sumando elementos de forma paulatina.

Entre estos se halla el Talent House II, cuya construcción Goia espera que comience en septiembre. En la ladera de la derecha se incorporarán los usos terciarios con un diseño escalonado y en la parte trasera se ubicará un parque, donde se han hallado restos de un antiguo convento. A este respecto, Goia señaló que "se está trabajando con la Diputación de Gipuzkoa para ver cómo tiene que ser el parque y cómo se recordará esa zona de presunción arqueológica", determinando qué elementos se respetarán.

De forma previa a la construcción del mirador ya se había reforzado la estructura del muro de San Bartolomé con la incorporación de anclajes y vigas de hormigón que, a futuro, se cubrirán para que el remate sea "más estético". Para conseguir un resultado óptimo se están valorando diferentes alternativas.

"La zona va tomando forma en su configuración definitiva y también se ha finalizado la plaza de Easo", abundó el alcalde de Donostia.

El gerente de San Bartolome Muinoa, Martín Arregi, explicó que el plan especial para el ámbito en el que se situará la dotación comercial está aprobado de forma inicial y que podría recibir el espaldarazo definitivo en pleno antes de fin de año, fechas con las que se manifestó conforme la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus.

Respecto a las viviendas de este ámbito, Arregi informó de que de las 500 que se han levantado (de estas, 150 destinadas a realojos), "solo quedan dos a la venta, que esperamos que se vendan en breve".

Además de las obras en San Bartolomé también se ha procedido a renovar el tramo de la calle Larramendi situado entre Urbieta y Easo, por donde ya discurre un bidegorri y donde se ha instalado una nueva parada de autobús.

Las obras de construcción del mirador han podido ahuyentar a los vencejos que acostumbraban a anidar en la pared más conocida de Donostia. Para facilitar su regreso se han acondicionado unas casjas-nido, ubicadas entre la estructura del mirador y el muro.

Las distintas intervenciones en la zona están llegando a su fin y se rematarán con la construcción del Talent House II y una zona verde