El monte Urgull recuperó este miércoles los últimos cañones que estaban en rehabilitación fuera de su emplazamiento habitual, una operación que se llevó a cabo gracias un camión grúa que transportó las antiguas piezas de artillería desde San Telmo, donde se hallaban desde el otoño, hasta su domicilio en las baterías del castillo.

Desde el año 2007, las piezas de metal y madera se han ido reparando, restaurando y manteniendo por partes dentro del Plan de Restauración y Conservación Preventiva de esta la colección, compuesta por 48 piezas, algunas de los siglos XV y XVI. Con la puesta en condiciones de los últimos cañones navales que subieron al macho de Urgull termina la primera de las fases del plan de restauración, que se ha llevado a cabo tanto in situ, como en las instalaciones de Gordailua.

Tras llegar hasta las inmediaciones de la plataforma en la que se ubica la Casa de la Historia, que abrirá el 18 de junio, la grúa elevó una estructura metálica y la posó posteriormente en la explanada. Tras ser dotada de ruedas por los operarios que esperaban, la grúa fue después depositando uno a uno los diez últimos cañones, todos ellos de navío, que se repartieron posteriormente entre sus distintos emplazamientos.

Las expertas en restauración del Museo de San Telmo explicaron que la colección de artillería del centro cultural donostiarra se expande entre distintos lugares. 36 cañones se ubican en el monte Urgull, incluidos los recuperados ayer. 16 de ellos se sitúan en la explanada exterior del castillo de la Mota y 13, en el interior de la Casa de la Historia. Algunos de ellos se han cambiado de lugar para que puedan ser más visibles ahora. Además, hay otro cañón en San Telmo y dos en el Aquarium.

Una vez que los cañones han sido restaurados, cada dos años se les aplica un tratamiento de conservación, según sus necesidades, para mantenerlos en correcto estado de conservación.

La lluvia, la humedad del monte y el salitre que llega del mar, así como las acciones vandálicas, son los principales enemigos de estas piezas que se construyeron para la guerra y que son ahora herramientas culturales.

Para dar a conocer esta colección de cañones y sus cureñas (estructuras en las que se sujetan) la página web de San Telmo ha dispuesto de un apartado en el que se explican todos los detalles de las piezas. Además, el museo de San Telmo ha puesto en marcha un juego sobre los cañones. Cada mes se preguntará sobre las piezas y las respuestas se podrán depositar en una caja.