- El polideportivo de Altza no podrá abrir sus puertas hasta final de año ya que, tras la última modificación aprobada en el proyecto de obras, que aplaza el fin de los trabajos hasta el 30 de septiembre, será necesario equipar interiormente la instalación, lo que requerirá de más tiempo. No podrá estar, pues, listo a principios de curso, como contemplaba el Ayuntamiento de Donostia.

"Prevemos que la totalidad de la obra no esté terminada hasta finales del último trimestre del año", resumió ayer la concejala de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga (PSE), en la comisión de Pleno de Servicios a la Personas. El complejo de piscinas exteriores, que forma parte de otro contrato, comenzará a construirse en septiembre y será utilizable en mayo de 2022, según lo previsto en la actualidad.

La corporativa respondió así a la pregunta del concejal de EH Bildu Zigor Etxeburua, que le cuestionó por los motivos de la segunda modificación del proyecto de construcción del edificio del polideportivo, que añade tres meses y medio de obras a los trabajos, tal y como informó este diario. La primera modificación, aprobada en junio del pasado año, supuso un incremento de 4,6% y la actual, del 12,6%, lo que supone un aumento total del precio del 17,3%. Por ahora, pues, el edificio costará 14,6 millones IVA incluido (algo más de 12 millones sin IVA).

La borrasca Filomena y distintas modificaciones técnicas están en el origen de la segunda modificación del proyecto inicial redactado por el equipo navarro de Chocarro-Herranz-Tabuenca Leache y que ha motivado un nuevo retraso en los trabajos, según explica la delegada de Proyectos y Obras.

En primer lugar, la dirección de obra propuso simplificar la ejecución de la cubierta, para lo que se decidió usar perfiles de acero para colocar una estructura prefabricada en lugar de crearla in situ, como se proyectó inicialmente. Para ello hace falta más acero al igual que para la instalación de la losa de la segunda planta del edificio, a causa de la decisión de colocar en ella las máquinas de climatización, lo que sube el precio.

La borrasca Filomena, según Agirrezabalaga, afectó a las previsiones para la construcción de las vigas de la cubierta en la fábrica así como para su transporte, lo que retrasó el conjunto de actuaciones ya que "todas las obras dependen" de que estuviera finalizado este punto. Además, el nuevo proceso de montaje decidido implicó la necesidad de ubicar grandes torres para la colocación de la cubierta, y la construcción de esas torres "ha resultado más complicada de lo previsto".

Además, "el desapeo de las vigas conlleva el control exhaustivo de sus deformaciones", por lo que el desmontaje de las torres se debe realizar de forma progresiva. "Este proceso es lento y precisa de muchos controles intermedios para su correcta ejecución", dijo la concejala, lo que hace que la obra necesite más tiempo.

Otras cuestiones que han llevado a modificar el contrato por segunda vez son distintos aspectos relacionados con la albañilería y la carpintería ya que el proyecto inicial "no recoge los trabajos y medidas a adoptar para el correcto paso de los conductos".

Etxeburua criticó los retrasos y se mostró partidario de imponer "una sanción enorme" a la constructora si queda en evidencia que algunos retrasos son achacables a ella. Asimismo, consideró que "la labor de control (de la obra) no se ha hecho bien".

Tras las dos modificaciones hechas en el proyecto constructivo, el edificio costará 14,6 millones de euros, IVA incluido