- Hace un tiempo, los depósitos de los archivos municipales se abrían con manivelas. Sin embargo, la nueva sede del Archivo Municipal, que dispone de cinco depósitos, cuenta con apertura tecnológica y un sistema de ventilación que controla la humedad y la temperatura para cuidar los papeles antiguos.

“Se deben asegurar unas condiciones medioambientales homogéneas estables de los depósitos, sin oscilaciones superiores a los tres grados en la temperatura y del 5% en la humedad, con la condición de que en ningún caso la temperatura puede sobrepasar los 23 grados ni el 60% de humedad”, explica a este periódico Belén Martínez, la directora del Archivo Municipal.

Para mantener los papeles en buen estado, la temperatura recomendable es de 15 a 21 grados, y una humedad relativa de 45%-65%. La iluminación, natural o artificial, debe ser reducida (25 lux donde hay documentos) y filtrada contra los rayos ultravioletas.

Además, se debe filtrar y renovar el aire (0,25 l/seg. por m²) y hay una sala con grandes tubos que realizan esta función. Por otro lado, los depósitos están aislados con puertas cortafuegos de cierre antipánico y cada uno de ellos cuenta con una sala donde se encuentran las botellas extintoras. “En caso de fuego, las botellas quitan el oxígeno que hay en el depósito y así nos aseguramos de que los documentos sobrevivan. El riesgo de incendio es muy grande porque aquí hay mucho papel y las condiciones de este lugar pueden contribuir a ello. Por lo tanto, es necesario tomar estas medidas de prevención y hacer planes de evacuación”, concreta.

Cabe destacar que debido a la pandemia, también han tomado otra medida para mantener los documentos en buen estado en los depósitos. Así lo indica el papel que dice Berrogeialdia (cuarentena) . “Cuando la gente viene a consultar la documentación, el material que ha sido utilizado tiene que estar en cuarentena durante diez días. De esta manera, nos aseguramos de que los documentos puedan volver a ser usados de una manera segura”, indica.