- La asociación para la defensa del patrimonio Áncora ha remitido una instancia al Ayuntamiento de Donostia en la que le solicita que paralice la obra de reforma que comenzó el lunes en el edificio de la plaza de Lapurdi 1, conocido como la Casa de los Solteros, por considerarla "ilegal".

Los trabajos que han arrancado en el edificio de estilo racionalista, de 1936, persiguen la mejora de la accesibilidad y cuentan con ayuda municipal. Sin embargo, según Áncora, van en contra de las normativas de protección ya que el inmueble forma parte del listado de edificaciones que tiene suspendidas las licencias por un periodo de un año, hasta febrero, ya que la obra afecta al régimen de protección aprobado de modo inicial en el Plan Especial de Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc).

El edificio, según señala Áncora, se halla expresamente incluido en el documento. Está catalogado en grado B y su Ordenanza Particular establece que "se conservarán, sin modificaciones, el portal y todos sus elementos originales", dice Áncora. El alcance de la protección se extiende a los pavimentos y zócalos del vestíbulo, de la escalera y de todo el recinto interior protegido, añade la asociación, que señala que estos elementos quedarían afectados con la actuación que ha comenzado.

Para la asociación de defensa del patrimonio, la intervención "no se ha guiado por los principios de proporcionalidad y reversibilidad". Asimismo, asegura que existen soluciones alternativas "menos lesivas" a la colocación de un ascensor para salvar las primeras escaleras como, por ejemplo, "la instalación de un discreto salva-escaleras hasta el rellano superior". Áncora dice que, al parecer, la comunidad de vecinos contempla una bajada del ascensor hasta la cota cero, lo que implicaría "una pérdida muy sustancial de elementos de interés histórico-arquitectónico, apoyada además con una ayuda económica municipal".

Por otra parte, la entidad también ha solicitado que se mantengan dos edificios de los cuarteles de Loiola, una reclamación que el alcalde, Eneko Goia, dijo ayer haberle "sorprendido" porque el edificio "lleva allí desde 1926" y no está protegido.

"A veces conseguimos lo difícil y luego nos enredamos en casa", dijo el regidor, que añadió que las "posiciones extremas llevan a problemas como el Bellas Artes". No obstante, añadió que la imagen de los cuarteles en el futuro barrio "está sobre la mesa".