na misa solemne por la mañana y un concierto en Santa María por la tarde añadieron música a la conmemoración de la tragedia que destruyó Donostia en 1813. El tradicional programa de actos, en el que destaca el emotivo apagón del alumbrado público y la iluminación con velas en los balcones de la calle 31 de Agosto, no se pudo celebrar ayer a causa de la pandemia, pero el recuerdo no se borró de la jornada.

Al anochecer, distintas iglesias lanzaron sus campanas al vuelo para recordar los luctuosos hechos, en los que murieron numerosos donostiarras, muchas mujeres fueron violadas y la ciudad, destruida. Por la mañana, la tradicional ofrenda floral que suele celebrarse en el lugar que ocupaba la Puerta de Tierra de la desaparecida muralla, en el actual Boulevard, se trasladó a la Puerta de Mar (Portaletas). Fue un acto casi íntimo y rápido.

Los txistularis, una vez depositadas las flores azules y blancas, se dirigieron al salón de Plenos del Ayuntamiento, donde se celebró el también tradicional homenaje a una entidad de la ciudad, impulsado por la sociedad Kañoyetan. En esta ocasión, la distinción fue a parar a la asociación Chernobil Elkartea, que trae a niños ucranianos afectados por la radiación a pasar un tiempo en familias guipuzcoanas para mejorar su salud. La asociación ha cumplido 25 años y en 2016 logró una de las Medallas al Mérito Ciudadano que otorga cada año el Consistorio.

Este año, los pequeños invitados de Ucrania no han podido venir a causa de la epidemia del coronavirus. La presidenta de Chernobil Elkartea, Maren Izagirre, y la integrante Olatz Linazasoro fueron las encargadas de recibir la placa honorífica de Kañoyetan, en un acto que habitualmente se celebra en el Boulevard, en medio de una multitud, que suele presenciar también la recreación histórica de la batalla de la Bretxa, entre tropas francesas y angloportuguesas, un acto llamativo que tampoco se pudo poner en pie ayer.

El alcalde, Eneko Goia, agradeció la labor de la asociación Chernobil. “La lucha contra el virus es la guerra de nuestra generación”, dijo el mandatario, quien abogó por pelear por “salir todos juntos de la situación”. Asimismo, se mostró confiado en que los niños y niñas de Ucrania puedan volver a visitar a sus familias guipuzcoanas el año próximo.