- Tardó, pero Denis Montoya consiguió cumplir su sueño: abrir un comercio con productos latinos, de los cuales muchos han llegado de su Honduras natal.

La idea le rondaba hace tiempo, "antes del confinamiento", aunque finalmente no la pudo materializar hasta hace pocas jornadas. "No nos dio tiempo y nos quedamos en casa", explica. "Yo siempre lo he tenido claro, se lo decía a mi mujer y se lo he comentado a muchas personas: quiero abrir una tienda", subraya.

Para hacerlo eligió el barrio en el que vive, Egia, donde ya funciona el comercio Asier y Ainhoa, el nombre de sus dos hijos, nacidos en Donostia, donde Denis Montoya reside desde hace trece años.

A efectos de poder ahorrar lo suficiente para abrir las puertas de su tienda, trabajó en distintos sitios, como en un restaurante. "Cuando me salió esto, renuncié", afirma. Puso entonces en marcha su negocio, en el que vende productos latinos, algunos propios de Honduras, y también autóctonos. "Es también una panadería y vendemos pan y bollería", explica.

"Soy creyente y le he pedido a Dios poder cumplir mi sueño. Al final ha podido ser y se lo agradezco", asegura Denis Montoya, que de momento atiende la tienda solo. "Cuando haya más movimiento también me ayudará mi mujer, pero ahora está con mis hijos".

Ainhoa Montoya tiene nueve años y Asier Montoya está a punto de cumplir siete. Son donostiarras y ahora una tienda de su barrio, la de su padre, lleva su nombre.

"Era su ilusión, querían que la tienda llevara su nombre o su apellido. Al principio pensamos ponerle hermanos Montoya, pero ya hay otra panadería con el mismo nombre y le pusimos Ainhoa y Asier", dice.

"Estamos empezando. Todavía hay poca gente, pero hay movimiento", señala Montoya mientras atiende a una clienta.

Los productos que comercializa en Ainhoa y Asier se adquieren a través de "grandes empresas" que tienen su centrales en Madrid y que llegan a Donostia a través de Bilbao.

"Aquí seguimos echando en falta de todo, porque lo nuestro es lo nuestro", explica al ser preguntado por los productos con mayor salida. En esta pequeña y ordenada tienda situada en la calle Virgen del Carmen de Egia los compatriotas de Montoya buscan "fruta, refrescos, como los de uva; y todo esos gustos de nuestro país que echamos de menos, como el café o el pan".

"El pan aquí es diferente y no nos dejan hacerlo. Sería otra historia, porque el pan recién hecho siempre es más rico", concluye.