donostia - El Ayuntamiento ha ordenado a la Sade, propietaria del Bellas Artes, que vacíe de enseres el edificio para "disminuir la carga de fuego y el riesgo de incendios". Asimismo, en la notificación urgente que envió a la empresa titular del edificio el pasado miércoles, y que le llegó el jueves, exigió que el viejo cinematógrafo sea desinfectado "al objeto de garantizar las condiciones de salubridad".

La orden municipal da a la Sade 48 horas para cumplir con las indicaciones, un plazo que finaliza el lunes. Sin embargo, fuentes municipales señalaron que si la empresa no cumple con lo ordenado, será el propio Ayuntamiento quien se encargue de esta tarea de modo subsidiario, es decir, que lo ejecutará a su costa y luego se lo cobrará.

La notificación recuerda que, tras la visita realizada por técnicos municipales en septiembre, la arquitecta de Urbanismo emitió un informe en el que alertaba de la situación. Detectó una "situación de insalubridad absoluta", que "genera una situación alarmante de falta de seguridad tanto frente a posibles incendios como frente a todo tipo de afecciones a la salud pública, por presencia de roedores, putrefacción de restos, sustancias y materiales nocivos, etc."

La orden de retirada de los objetos que hay en el interior de edificio es un nuevo capítulo en la batalla que libran el Consistorio y la Sade sobre el edificio. La pasada semana, el Ayuntamiento denegó la licencia de derribo parcial del edificio, para el techo del patio de butacas, que había sido solicitada por la Sade en abril y que hubiera conllevado, según la respuesta del Ayuntamiento, el "vaciado total" del inmueble.

En concreto, la Sade pedía la demolición de las vigas dañadas del patio de butacas, en lugar de un apuntalamiento para cambiarlas, lo que conllevaría el derribo de la cubierta del inmueble centenario. Nada más conocerse la reclamación, la asociación Áncora pidió al Consistorio que no diese el permiso solicitado.

La respuesta negativa, sin embargo, se ha demorado diez meses porque el Consistorio y la propietaria acordaron suspender el plazo de respuesta para tratar de llegar a un acuerdo sobre el futuro del edificio, un pacto que finalmente no se ha producido.

cine en la planta baja La empresa defiende un proyecto que implicaría rebajar la protección del edificio (grado C) para poder cambiar los huecos de las ventanas y crear viviendas, lo que requeriría modificar también la calificación del solar a residencial, como tuvo hasta 1994. Una propuesta similar, con un cine en la planta baja, fue sugerida hace tres años por la Sade y mientras el PNV no la vio con malos ojos, el PSE se mostró en contra, al igual que los grupos de la oposición, por lo que no hubo mayoría plenaria que la pudiera refrendar.

En este contexto, el futuro del Bellas Artes sigue siendo una incógnita y, además, continúa ligado a las decisiones judiciales. La denegación de la licencia de derribo parcial por parte del Ayuntamiento habría sido otorgada fuera de plazo, según considera la Sade, que cree que se ha producido un silencio administrativo positivo y, por tanto, que podría abordar el derribo solicitado. El Consistorio, por su parte, defiende que un silencio administrativo "no puede amparar una decisión contraria a derecho", por lo que el dilema puede acabar de nuevo en tribunales.

La orden de vaciado y desinfección del edificio está relacionada con la obligación de la propietaria del edificio de mantenerlo en condiciones de seguridad, para que no puedan existir riesgos para terceros. De hecho, el Ayuntamiento autorizó el derribo de la cúpula en 2015 precisamente porque estaba en mal estado y había riesgo de caída.

Sin embargo, la empresa no está obligada a ejecutar labores de finalidad estética y, por ello, el juez dio la razón a la empresa en que no estaba obligada a recolocar una réplica de la cúpula, con un coste de más de 200.000 euros, como le había exigido el Ayuntamiento.