donostia - La “idea poética” que plasmará Cristina Iglesias en forma de vaso de bronce horadado en el interior del edificio del faro podrá ser una realidad dentro de dos años, si se van cumpliendo los plazos previstos. La actuación, que se basa en la idea de que “lo remoto es lo cercano”, según dijo, tiene que comenzar por la excavación de un hueco en el suelo de la construcción de la isla. Comenzará en abril o mayo, según anunció el alcalde, Eneko Goia, si llegan para entonces los permisos necesarios de la Autoridad Portuaria. En caso contrario, la obra arrancará después del verano, con el fin de no molestar a los usuarios de la isla.

Estas intenciones fueron dadas a conocer ayer en la presentación pública de la maqueta de la obra de Iglesias, una creación que pretende resaltar la importancia de la protección de los mares y los fondos marinos, según destacó. Por ello, la vasija irregular de bronce con puntos de cristal fundido de colores y cuatro metros de profundidad en el punto más bajo, que se insertará en el suelo del pabellón, se dotará de un sistema hidráulico que permitirá poner agua en movimiento, recreando así la idea de las mareas.

Tras el vaciado del interior del inmueble que acoge el faro -que seguirá funcionando como hasta el momento-, se reforzarán los muros y sus ventanas se cerrarán con alabastro, que deja entrar la luz. La cubierta acristalada que sustituirá al actual techo contará con paneles solares para obtener la energía necesaria.

“El vaso trabajará en este ilusionismo que nos hace conscientes del mar que tenemos”, explicó la artista, que añadió que se podrá contemplar el movimiento del agua gracias a un circuito cerrado de agua dulce ya que la salada favorecería la corrosión. “Se sentirá la ilusión del agua entrando, subiendo y bajando, a veces más precipitada del lado del Aquarium”, dijo Iglesias, que añadió que “es una recreación que intenta que tengamos una experiencia interior que nos haga reflexionar”.

La artista reiteró que la experiencia comenzará con el propio viaje a la isla para contemplar su obra, aunque explicó que también se filmará una película, que se proyectará en el Aquarium, donde se expondrá la maqueta, para sentir la idea sin estar en el lugar.

Para poder contemplar la escultura se accederá al interior del edificio y se transitará por una pasarela que recorrerá el perímetro de la edificación y no será en espiral, como se proyectó en un primer momento. “Primero hay una gran balconada desde la que se ve todo y una pasarela con escalones más bajos y largos, que llegan hasta lo que es ahora el segundo piso del edificio”, explicó la autora.

Una vez dentro del edificio -no más de doce personas a la vez por cuestión de aforo-, se podrá observar la obra escultórica en relieve que recordará la piedra de la costa erosionada y que se llenará y vaciará de agua en ciclos repetidos.

El proyecto aún presenta numerosas incógnitas como, por ejemplo, cómo se sacará de la isla el material de la excavación -en torno a 100 toneladas-. Podría llevarse a cabo en barco o por medio de un cable, aunque será la empresa encargada de hacerlo la que tome la decisión, según fuentes técnicas.

sobresaliente Tras la presentación y contemplación de la maqueta, Goia manifestó que el proyecto es “sobresaliente” y recalcó que de aquí a que finalice puede variar. La presentación de la maqueta congregó a numerosos interesados. Acudieron, entre otros, el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Joxean Muñoz; el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso; el presidente del Aquarium, José Ignacio Espel; y representantes de empresas, algunas de las cuales financiarán parcialmente la obra, que se acerca a los dos millones de euros. El encargado del proyecto arquitectónico, Jabier Lekuona, y la encargada de la gestión y coordinación de proyecto artístico, Lourdes Fernández, de la empresa Artigenium, también asistieron a la presentación.