Dicen varios estudios que este lunes, 20 de enero, es el día más triste de este año. Está claro que ninguno de ellos se ha hecho en Donostia, donde un año más miles de niños han abarrotado Alderdi Eder llenos de emoción e ilusión ante una nueva Tamborrada Infantil. "Tenemos muchos nervios mezclados con gran alegría", ha llegado a afirmar el alcalde de la jornada, Liher Jiménez Paredes, desde el balcón del Ayuntamiento a los 4.625 escolares de 38 centros escolares.
A falta de una hora de la hora señalada, las 12.00 horas, los primeros pequeños tamborreros han empezado a colocarse frente al Consistorio donostiarra al grito de cada uno de sus colegios y guiados, una vez más, por los incansables profesores y organizadores, parte fundamental de esta fiesta. "Tenemos muchas ganas. Llevamos un año esperando", han confesado Ion e Iker, dos estudiantes de Aldapeta Ikastetxea.
Aunque a esas horas el suelo todavía estaba algo mojado por alguna pequeña chaparrada nocturna, los cielos poco a poco se han ido despejando y las temperaturas finalmente han sido más agradables de las esperadas. "Les hemos puesto calentadores, pero ya no hacen falta. Hemos tenido mucha suerte con el tiempo", han desvelado unos padres que se acercaban a las inmediaciones del Ayuntamiento para coger sitio y poder ver a sus dos niños desfilar. “No ha sido fácil encontrar calentadores. Estaban agotados no solo en Donostia, en toda Gipuzkoa”, han añadido estos padres previsores.
Mientras todos los colegios se colocaban en sus posiciones y el resto de personajes hacían acto de aparición, ha habido tiempo incluso para un pequeño hamaiketako con el que coger fuerzas para golpear los tambores y barriles. “Es un día muy largo, pero me lo paso muy bien”, ha comentado Irene, que, junto a su amiga María, ambas de Zuhaizti, descansaban sentadas en uno de los bancos de la explanada.
“No he dormido nada de la emoción. Solo unas horas. Tengo muchas ganas y muchos nervios”, ha apuntado, por su parte, Lucas, estudiante de Amara Berri, mientras a pocos metros uno de los profesores se llevaba a dos niños al baño. “Siempre en el peor momento, cuando está a punto de empezar”, ha apuntado entre risas.
Los nervios no han parado de crecer según ha ido avanzando la mañana, a la par que en el interior del Ayuntamiento los principales personajes de la Tamborrada Infantil y todos los invitados cogían sitio. Ha habido tiempo para sacarse unas últimas fotografías, como las que se han hecho los miembros de Moriarti, Tambor de Oro de este año, asomados al balcón consistorial, y para la de comentar chascarrillos. Ander Alustiza Salsamendi, Tambor Mayor de Amassorrain Ikastola y cumpleañero en este día tan especial, en cambio, se mostraba serio y nervioso ante la responsabilidad de dirigir a todos los participantes.
“Tenemos que dar lo mejor de nosotros”
Antes de ello, el alcalde de la Tamborrada Infantil; Gari Pérez García, como ayudante; y Aya Ramlaouane como su ayudante, han aparecido en lo alto del edificio consistorial para desear un feliz desfile a todos. “Tenemos que dar lo mejor de todos nosotros en un mismo sentimiento y sonido”, han llegado a pedir los jóvenes, que se han mostrado “alegres y nerviosos” ante una cita que, a buen seguro, recordarán durante el resto de su vida.
“Nosotras ya hemos salido varias veces, pero da igual”, han comentado tres amigas, Susana, Judith y Maider, de Amara Berri, nada más finalizar el discurso. “Nos hace mucha ilusión”, han agregado estas tres estudiantes mientras el Tambor Mayor hacía acto de aparición en el balcón.
A las 12.00 horas en punto, mientras se escuchaban de fondo las campanas, ha dado el aviso y la Marcha de San Sebastián ha dado el pistoletazo de salida a la Tamborrada Infantil. Algo descompensados al comienzo, los jóvenes tamborreros han ido ganando confianza con el paso de los minutos y las canciones, al tiempo que las primeras compañías abandonaban Alderdi Eder para recorrer las calles de la ciudad ante la atenta mirada de sus familiares y amigos, seguramente tampoco nada conformes con que este 20 de enero vaya a ser el día más triste del año.