- La réplica a escala real del Guernica de Picasso elaborada en chocolate por cerca de 40 pasteleros artesanos vascos recala en Oñati. El desembarco en la villa de la reproducción de este grito por la paz y símbolo contra la guerra, una de las obras cumbre del arte mundial, no es fruto de la casualidad. No en vano, Oñati atesora en sus raíces una larga y rica tradición chocolatera que da pie a que, en su periplo itinerante, la gigantesca tableta de 400 kilos de cacao que lleva la firma de Euskal Gozogileak haga su tercera parada en el municipio, tras Gernika y Bilbao. Podrá contemplarse en Santa Ana antzokia desde este viernes hasta el 8 agosto.
"Hay diferentes motivos que justifican que el Guernica de chocolate se exponga en Oñati. Por un lado, como pueblo tenemos la responsabilidad de recoger la memoria histórica y transmitirla a las próximas generaciones. Y, por otro, nuestra historia local esta ligada a este dulce", destacó ayer la alcaldesa, Izaro Elorza, en la rueda de prensa para anunciar la inminente exposición del lienzo que recrea el emblema pictórico en forma de mural de grandes dimensiones que pintó el genial artista malagueño entre mayo y junio de 1937.
La presentación tuvo como escenario la Txokolateixia, y contó con la participación del alma mater de este Centro de Interpretación del chocolate, Anton Azpiazu, el presidente del Grupo Ulma, Lander Díaz de Gereñu, y el edil de Socioeconomía y Turismo, Xabier Igartua. Este último detalló que el macrocuadro podrá visitarse del 16 de julio al 8 de agosto, en horario de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00 horas. Será un plus dentro del paquete de recursos turísticos pero, al mismo tiempo, "es una bonita oportunidad para que los y las oñatiarras vean de cerca una obra de estas dimensiones", consideró Igartua, que instó a "evitar las aglomeraciones, porque hay suficientes días para visitarla".
Aunque no será necesario hacer reserva previa, en la entrada al convento de Santa Ana se controlará el aforo. La muestra se completará con el pase de un vídeo que narra el proceso de creación del lienzo y también con explicaciones in situ. La réplica se colocará sobre el escenario.
El 26 de abril se cumplió el 84 aniversario del bombardeo de Gernika y aprovechando esta efemérides, la federación Euskal Gozogileak, integrada por las asociaciones de gastronomía dulce artesana de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, se ha afanado en reinterpretar esta versión del icónico cuadro. A base de chocolate blanco, negro y con leche, estos artistas gastronómicos han moldeado las catorce piezas que componen la reproducción de este símbolo vasco tan universal. Un trabajo que fusiona gastronomía y arte, y que reivindica el prestigio de la profesión de artesanos del dulce.
Tras su puesta de largo el pasado abril en Gernika y su reciente exhibición en Bilbao, llega ahora a Santa Ana antzokia, que en palabras de Anton Azpiazu reúne las condiciones óptimas de temperatura, "entre 18-20 grados", para conservar esta particular tableta de casi media tonelada, de 7,70 metros de base por 3,50 metros de altura. Las labores de montaje arrancarán hoy antes de su apertura al público pasado mañana. En estas tareas participa Ulma, que aporta el bastidor gigante sobre el que descansa el lienzo durante su exposición.
El grupo cooperativo forma parte de la extensa historia chocolatera de Oñati. Y es que su primer producto fue la máquina envasadora de este preciado manjar divino que aterrizó en el municipio hace siglos. En la Universidad Sancti Spiritus se utilizó en los laboratorios de estudios médicos y, posteriormente, a principios del siglo XX fue elaborado en "diez-once talleres". Capítulos, de entre otros muchos, de una dilatada tradición que le ha hecho a Oñati merecedora de la distinción de villa chocolatera, y que, sin duda, acogerá con los brazos abiertos a la recreación del Guernica. Aprovechando su estancia en la localidad se ha sacado una edición especial de tabletas de chocolate con un envoltorio de la obra maestra de Picasso. Están a la venta en la Txokolateixia.
La villa chocolatera de Oñati alojará en Santa Ana, hasta el 8 de agosto, a la recreación dulce de este símbolo universal
