- El lifting bioconstructivo de Natur Eskola encara su último asalto. Las obras estarán terminadas antes del verano, según apuntan desde el Ayuntamiento oñatiarra, aunque no será hasta septiembre, con el arranque del nuevo curso, cuando el centro natural estrene sus rehabilitadas instalaciones. La eficiencia y la sostenibilidad marcan el compás de la metamorfosis bioarquitectónica a la que se está sometiendo el inmueble del antiguo parvulario de Olakua.

La utilización de materiales ecológicos, reutilizables y eficientes desde el punto de vista energético, además de técnicas constructivas más tradicionales, para que “el impacto ambiental sea el menor posible y el hábitat más sano”, ha sido la clave del proyecto que se inició en la anterior legislatura, y que va a rematarse en la actual. “El aislamiento de la envolvente del edificio es una de las intervenciones más destacadas. Para la fachada principal se ha empleado un revestimiento térmico a base de madera y fardos de paja, y para el resto se han utilizado celulosa y fibra de madera, con el fin de lograr una temperatura agradable en el interior, independiente del clima exterior”, explica el edil de Medio Ambiente, Asier Iraeta.

Este inmueble municipal se ha dotado de otras tecnologías como la aerotermia que hace la doble función de calentar y refrigerar, y una estufa de inercia (de leña) que irradiará también calor por toda la estancia. El corcho usado para revestir el suelo contribuirá a mantener la temperatura.

La bioconstrucción se centra en el diseño y la reforma de edificios pensando en el ahorro de energía, la integración en el medio ambiente de las construcciones y el respeto por la naturaleza que le rodea. Siguiendo esta filosofía, los baños de Natur Eskola serán secos, es decir, no requieren de agua para la evacuación de residuos, y se complementarán con una balsa de fitodepuración en el exterior, que tratará las aguas sucias en un humedal artificial con macrófitas flotantes. Las plantas desarrollarán procesos físicos y químicos que depurarán el agua que va a parar al río.

En el patio, por su parte, se adecuará un suelo de hormigón de alta permeabilidad y capacidad drenante, realizado con una mezcla de tierra tamizada, arena y cal con una estructura “muy natural”. Estos trabajos de urbanización del exterior, la puerta de entrada a la escuela, comenzarán a ejecutarse en abril, pero antes, este mes de marzo, se dejará listo el tejado vegetal, cubierto con hierba.

La actuación para convertir Natur Eskola en un edificio verde y sostenible supondrá un desembolso para las arcas locales de alrededor de un millón de euros. Una considerable inversión que se “amortizará” con el ahorro energético y económico que reportarán las tecnologías y sistemas instalados.

Las obras concluirán previsiblemente “en mayo”, tal y como apunta Iraeta, y entonces empezarán a vestirse las instalaciones. Se colocarán, a su vez, dos reproducciones de una cueva y un roquedal con sus aves y plantas, junto con los correspondientes dioramas sobre ecosistemas y otras temáticas medioambientales, que albergarán las cuatro aulas distribuidas en la primera y segunda planta.

En una situación normalizada, más de 4.000 escolares de diversos municipios visitan Natur Eskola cada curso, pero la pandemia ha reducido el alumnado al oñatiarra. La intención del Consistorio es abrir un proceso para ver cómo dar a este servicio “un enfoque dirigido más al pueblo”.