- 18 objetivos y 93 acciones engrasan el plan que marcará el rumbo de la agenda municipal hasta el final de la legislatura. Bajo el lema Bergara izan, bizi, ekinBergara izan, bizi, ekin (Bergara ser, vivir y actuar), el equipo de Gobierno ha dado forma a una hoja de ruta que reúne las bases para “construir” un municipio que “con las personas en el centro cuide de la comunidad y de su entorno”, destacó la concejala Ainhoa Lete, en la presentación del que será el eje de “nuestra actuación en los próximo años”.

Se trata de un plan “flexible, dinámico y medible”, precisó el alcalde, Gorka Artola, que echa a andar en una situación “cambiante” provocada por la pandemia y que, por tanto, estará pendiente de “las necesidades que puedan surgir para atenderlas en cada momento”.

Casi un centenar de medidas, con objetivos a “medio-largo plazo”, conforman el proyecto que guiará la política municipal. Convertir el euskera en un elemento vertebrador de la sociedad e impulsar una memoria compartida, reparando a las víctimas de la guerra y la posguerra, son dos de las columnas vertebrales del citado plan. Pero no las únicas. La intención es construir una Bergara “amable y sostenible” y, para ello, se ejecutarán actuaciones como: terminar la red de bidegorris, reurbanizar Zubieta-Masterreka, adecuar aparcamientos para bicis, limitar la movilidad de los vehículos en el Casco Histórico, revisar el sistema OTA y acondicionar un centro de día para personas mayores con grado de dependencia leve en el local vacío de San Joxepe.

En el plano medioambiental la misión será proteger y preservar la biodiversidad, mientras que en los barrios rurales se proyectan intervenciones como llevar la banda ancha a todos los hogares del medio, realizar un diagnóstico integral de su situación, y priorizar estas zonas y el Casco Antiguo en las subvenciones a obras de reforma para fomentar el alquiler de viviendas.

También se pone el foco en el deporte con iniciativas como la recuperación de los itinerarios peatonales y ciclistas, replantear el deporte escolar, y diseñar y materializar el plan de inversiones en instalaciones deportivas. Para “garantizar” las necesidades básicas se llevará a cabo un plan dirigido a favorecer el arrendamiento de los pisos vacíos y se implantará el programa de acompañamiento a personas en situación de vulnerabilidad, además de elaborar un protocolo de desahucios y acercar la digitalización a “todo el alumnado” de la localidad.

En el apartado dedicado al trabajo “digno” se incluirán cláusulas sociales y de igualdad en las contrataciones municipales, junto con el desarrollo del Plan Especial de Reactivación Comercial (PERCO) y la definición de un programa para revitalizar los polígonos industriales. En cultura, por su parte, se afrontarán las obras de estabilización del palacio de Arrizuriaga y se llevará a cabo el proyecto que definirá los usos culturales en este edificio.

En otro orden de cosas, se concretará el proyecto de la Casa de la Mujer, que será “una referencia para mujeres migrantes y con diversidad funcional”. Acercar la administración a la ciudadanía y facilitar los procedimientos, reducir para 2023 las emisiones de CO2 entre un 10 y un 20%, y el consumo energético en un 10%, impulsar la transformación social , así como políticas que integren el sector primario y la sostenibilidad (acometer el proyecto de huertas comunitarias, crear un banco de terrenos públicos…) son otros de los objetivos que dan cuerpo al plan de legislatura, que busca, asimismo, facilitar la implicación de la juventud en la acción popular (se propone, por ejemplo, realizar una reforma urbana en Agorrosin para habilitar un espacio infantil y juvenil).

En definitiva, una batería de acciones con diferentes plazos para su ejecución. “Vamos a construir la Bergara viva del futuro, desde la sostenibilidad, el feminismo y la justicia social, facilitando la convivencia”, insistió el primer edil. Esta herramienta de la gestión municipal se complementará con “el plan estratégico” que va a ponerse en marcha en los próximos meses para sentar las bases de la Bergara de 2030.