igiene, aseo personal, la administración de alimentos y medicación, ayudas técnicas para la movilización de personas dependientes, para la limpieza y mantenimiento del hogar, la organización de la compra, la gestión del tiempo, la propia imagen… son algunas de las cuestiones en las que ha profundizado el programa que en los últimos meses se ha desarrollado en Aretxabaleta. Zuekin-lan es el nombre de la iniciativa que ha tenido como objetivo brindar apoyo a la inserción sociolaboral de mujeres en situación de vulnerabilidad. Las participantes han recibido orientación personalizada para la búsqueda de empleo, así como formación en cuidados personales y en el servicio doméstico.

Durante la primera ola de la pandemia de coronavirus afloró un perfil de personas desempleadas que hasta ese momento permanecía oculto. Mujeres de entre 25 y 55 años dedicadas a tareas del hogar y cuidados de personas mayores, en un gran porcentaje en situación jurídica administrativa irregular y con menores a su cargo. El confinamiento les dejó sin trabajo y tocaron las puertas de los Servicios Sociales Municipales, que canalizaron el apoyo económico a estas mujeres a través de las Ayudas de Emergencia Social (AES) y Cáritas.

El Ayuntamiento quiso dar un paso más y ofrecer una “atención y abordaje integral” a este colectivo. Más allá del apoyo económico, se pensó hacer un seguimiento desde el ámbito social y laboral. Y, de este modo, se ideó un programa en el que han trabajado de forma transversal tres departamentos municipales: Igualdad, Empleo y Servicios Sociales.

En una de las aulas del instituto se han dado cita desde el 17 de noviembre hasta el 22 de diciembre. Cuatro horas diarias de lunes a viernes. “Además de trabajar el empoderamiento de estas mujeres se ha realizado un diagnóstico socio-profesional a cada una participante para identificar sus necesidades, carencias y actitudes como paso previo a la definición de su itinerario personalizado de inclusión. También se les ha ayudado a adquirir conocimientos para el cuidado y atención en el servicio doméstico”, detallaron desde el Consistorio.

Once mujeres han tomado parte en estas sesiones que junto a las estrategias para mejorar la empleabilidad, han abordado el desarrollo de habilidades para la vida cotidiana y el conocimiento de los recursos del entorno.

El programa se cerró el pasado martes con el reparto de diplomas a las asistentes. En el acto estuvieron presenta la concejala de Gizartegintza, Karmele Uribarri, y las técnicas municipales de Empleo, Nahia Agirre, y de Igualdad, Atsegin Odriozola.

La experiencia ha sido valorada de forma positiva por el Ayuntamiento. En este sentido, la edil de Gizartegintza destacó “la importancia” de este proyecto. “No queríamos quedarnos solo en la ayuda económica. El objetivo ha sido ofrecer un abordaje integral a estas mujeres en situación de vulnerabilidad; que vean que la institución más cercana, el Consistorio, no les deja solas”, señaló Uribarri. Incidió, a su vez, en el contenido del curso que ha mostrado a las participantes “los pasos que deben seguir hacia una formación profesional acreditada”.

Según avanzaron, el seguimiento a estas mujeres se prevé completar con el programa Auzoko. La idea es enseñarles frases básicas en euskera que les puedan ser de utilidad en su día a día en el trabajo.