- La proliferación descontrolada de gatos no es un problema que ha surgido de la noche a la mañana en Bergara. El Ayuntamiento es consciente de ello, y aunque se han llevado a cabo diferentes intervenciones, la situación no ha cambiado. La comida depositada por algunos ciudadanos con el bondadoso propósito de alimentar a estos mininos trae de cabeza a muchos vecinos de la zona de Matxiategi, Ar-tzamendi y las calles Aranerreka o Koldo Eleizalde.

"La situación ha pasado a ser repugnante. Algunos dan de comer a estos gastos desde los portales y balcones, y se han acostumbrado a vivir entre nosotros", se queja un residente del entorno de Matxiategi, que también pone el acento en el riesgo que supone "para la salubridad y la higiene" el tener que convivir con estas colonias de felinos asilvestrados. Para los vecinos afectados de la calle Artzamendi, por su parte, se trata de "un problema grave que ha ido a más". "Cada vez hay un mayor número de gatos y se meten las terrazas", aseguran.

Desde el Consistorio, al que le piden que tome cartas en el asunto, se han realizado una serie de actuaciones en los últimos años (algunas sin resultados), además de colocar bandos advirtiendo de que no se puede dar de comer a los gatos que campan en la calle. En otras localidades cercanas, como Arrasate, el Ayuntamiento trabaja con asociaciones sin ánimo de lucro, como Kaonbi, para darles "una segunda oportunidad" a estos felinos.