- "El Consistorio quiere que se mantenga la ermita de San Isidro; no tiene intención de comprarla ni derribarla. Además, solicitará al Obispado de San Sebastián su donación al barrio de Musakola y al pueblo de Arrasate". Así respondió ayer el Ayuntamiento a las informaciones divulgadas en los últimos días en las que se habla de la venta, por parte de la Diócesis de Donostia, de la citada iglesia al Consistorio cerrajero.

Vecinos y vecinas de Musakola, y arrasatearras en general, con "sensibilidad" por el patrimonio local se han agrupado en torno al movimiento bautizado con el nombre Amigos de San Isidro para la defensa de este emblemático edificio. En el escrito que han publicado -puede leerse en www.musakola.com- justifican la puesta en marcha de esta iniciativa ciudadana "ante la incertidumbre" de lo que el Ayuntamiento "pueda hacer" con el inmueble, y atendiendo "a los rumores" sobre su demolición que han "alarmado a una parte de los residentes del barrio y de todo Arrasate".

A este respecto, el Consistorio ha negado que vaya a "comprar o derribar" la ermita de San Isidro, que es propiedad del Obispado de San Sebastián. En un bando que ayer se colocó en los portales de las viviendas de Musakola, los responsables municipales explican que la Alcaldía del barrio y su junta de jubilados les trasladaron en su momento que el tejado de la ermita estaba en mal estado.

El 6 de julio de 2017, prosigue la nota, se decidió rehabilitar la cubierta y se realizó un estudio que sufragaron las arcas locales, y que cifró la actuación de mejora en 177.689 euros. En reuniones mantenidas con la parroquia arrasatearra, el Ayuntamiento comunicó su disposición para arreglar el tejado a cambio de prolongar por más años la cesión del local contiguo a la ermita -en régimen de alquiler y también propiedad de la Diócesis- , que alberga la sede del hogar del jubilado de Musakola, tal y como se expone en la nota. De aquella propuesta, "hoy por hoy el Consistorio no tiene respuesta alguna por parte de la Iglesia", sentencia el bando. Mientras tanto, la ermita permanece cerrada al culto y su pórtico fue apuntalado por el riesgo de desplome del tejado.

Este año se han cumplido 75 años de la inauguración de la ermita de San Isidro. La empresa Unión Cerrajera fue la promotora de su construcción y hasta bien entrados los años 70 del siglo pasado contribuyó en su mantenimiento. El arquitecto fue Luis Astiazaran y la escultura de San Isidro es obra del artista Francisco Letamendia. Los frescos del lucernario, por su parte, llevan la firma del pintor Jesús Arraiz.

En su escrito encabezado con el epígrafe ¡San Isidro en pie!, el mencionado movimiento ciudadano destaca que la reforma incluiría "un fuerte repaso al tejado con su retejo correspondiente", además de "sustituir las piezas en mal estado del maderamen cuando este se descubra". Por todo ello, y con el objetivo de "conservar la ermita" emplazan a la ciudadanía a firmar la petición que suscriben los Amigos de San Isidro, la alcaldía pedánea y la asociación de jubilados del barrio.

En el escrito publicado por el movimiento creado para la defensa de la ermita se habla de "los rumores" en torno a su demolición