ARETXABALETA - Realizador en EITB, Dj con AZ Gaubelak en bodas, bautizos, comuniones, fiestas y sesiones para jubilados, integrante de la junta directiva de la UDA (Unión Deportiva Aretxabaleta)…, y un loco del Carnaval, como se define a sí mismo. Ibai Zangitu apura los preparativos de cara al próximo domingo, un día cargado de ingredientes para la juerga y la diversión. Este aretxabaletarra de 33 años, perejil en muchas salsas, lleva los Aratusteak en la sangre. “Es una fiesta que la vivo con mucha ilusión”, asegura, sin desvelar el disfraz que se enfundará este año. Mantiene el factor sorpresa. Aunque avanza que cumplirá con el ritual: meterse de lleno en el personaje y no “soltarlo” durante toda la jornada.

¿Qué tiene de especial el Carnaval de Aretxabaleta?

-Para empezar los y las atxabaltarras lo llevamos en la sangre. En mi caso, lo he mamado desde pequeño, con mis padres, disfrazados y con carroza. Es el día más ilusionante del año para mí; se crea un bonito ambiente en el pueblo. Con el desfile de las cuadrillas (12.00 horas), la comida popular, que este año serán dos, la juerga indispensable de la fiesta, y la tradición de los quintos y Txino dantza. Es una cita con arraigo.

En la comarca los carnavales han experimentado un empujón en los últimos años, como es el caso de Arrasate. ¿Qué opinión te merece?

-Lo tienen que llevar dentro, y si no es así nunca llegarán a ser como el original. Lo nuestro es tradición. Pero que lo intenten y disfruten (manifiesta con el tono jocoso que merece la fiesta).

Creatividad, ocurrencia en las vestimentas y composiciones. ¿Qué ingredientes buscáis a la hora de elegir un disfraz? ¿Cuánto tiempo invertís en los preparativos?

-Nos juntamos en Navidad para decidir el disfraz. Ese mismo día cuando llego a casa empiezo a recopilar ideas en internet, veo vídeos… ¿Qué buscamos? Nos gusta ser un poco ácidos y cabroncetes; hacer un guiño a la crítica, a cosas relacionadas con el pueblo... El Carnaval está para salirse de lo habitual. Nosotros damos forma a una propuesta en la cuadrilla, y a la hora de disfrazarnos cada uno se las ingenia a su manera. Si podemos aportar humor, alegría y parranda a la jornada del domingo, estupendo.

Y del disfraz de este año, ¿puedes darnos un pequeño adelanto?

-Imposible, los estatutos de mi cuadrilla no lo permiten (se ríe). En general, no me gusta saber de que van a disfrazarse el resto de grupos; es bonito verlo en el momento. Que sea sorpresa.

Y la timidez se deja aparcada, al menos, por un día.

-Bastante serios somos ya el resto del año. El domingo de los Aratusteak los atxabaltarras nos echamos a la calle con otro chip. La gente se calza la peluca, un sombrero o se pone unas gafas, y a partir de ahí, se mete en el papel y a disfrutar.

Tendrás un buen puñado de anécdotas...

-Me viene a la cabeza, así a bote pronto, el año en el que ambientamos el disfraz en el encierro de la Villavesa. Ganamos un premio y al dejar el escenario, como estaba lloviendo, bajé cuatro escaleras de golpe. Ese día no me dolía nada, al siguiente fue otra cosa. El año pasado, por ejemplo, íbamos de Corriendo, la versión en castellano de la Korrika. Nos decían de todo, pero cuando empezábamos a cantar, la gente nos acompañaba. También, y con su consentimiento, nos disfrazamos del difunto sacristán, que era muy carnavalero. Ese día nos sacamos todos una foto con él.

Como integrante de Atxabaltako Karnabalen lagunak, en esta edición se han introducido novedades.

-A los que formamos el grupo nos gusta el Carnaval y queremos que avance. Veíamos que en los últimos años algunas cosas se estaban quedando algo estancadas y hemos querido darle una vuelta. Txapel Txin, el personaje que ideamos hace 13 años y que anuncia el Carnaval, reforzó este pasado sábado su programa, y para el día 23 hemos sumado una segunda comida en el frontón, a la que hemos llamado golfa. Entre las personas que en 2019 congregó la comida popular que organiza el Ayuntamiento en el polideportivo, había 250 niños y muchos padres. Está muy bien, pero veíamos que los jóvenes estaban dejando de ir. Además, solía haber problemas a la hora de conseguir un tique, porque se agotaban enseguida y se quedaba gente fuera. Las dos comidas van a reunir a un millar de personas, eso quiere decir, que uno de cada siete atxabaltarras disfrutará de ellas.

¿Tenéis otras ideas en mente?

-Alguna nos ronda por la cabeza, pero habrá que estudiarlo el próximo año. Ahora hay que centrarse en este domingo, que la juerga nos espera.