esde hace ya muchos años, con la llegada del periodo navideño los ayuntamientos de las diferentes localidades (pequeñas, medianas y grandes) destinan importantes cantidades económicas para intentar mejorar el atractivo de sus calles y, de esa forma, atraer a potenciales clientes a sus establecimientos comerciales y hosteleros.

La competición por intentar contar con la mejor iluminación navideña que atraiga a vecinos y visitantes ha llegado a extremos insospechados. Por poner unos ejemplos, a pesar del precio al que está la luz el Ayuntamiento de Vigo ha destinado este año nada menos que 929.052 euros para instalar 11 millones de leds, 3.000 motivos navideños y un millar de árboles iluminados; el Consistorio de Madrid ha habilitado un autobús para acercar a la gente de la periferia a ver la iluminación navideña y Donostia ha estrenado un espectáculo de luces en la bahía con el mismo propósito de intentar atraer más visitantes.

Sin embargo, ayuntamientos como el de Mendaro han demostrado que para contar con una bonita decoración navideña no hace falta llevar a cabo un desembolso económico desorbitado; basta con tener un poco de gusto. El mejor ejemplo está en la rotonda de la carretera N-634 que vertebra el tráfico en la travesía mendaroarra, que ha concitado el aplauso de los muchos conductores que cada día transitan entre las localidades del interior y de la costa de Debabarrena. Para muchos, la de la rotonda de Mendaro es la mejor iluminación navideña de la comarca. No está sobrecargada de ornamentos pero los que hay, al menos, están puestos con gusto.