lo largo de su dilatada trayectoria, la pintora elgoibartarra Gemma Monreal ha realizado un total de 56 exposiciones en salas y galerías de toda la geografía estatal. Aún así, no es capaz de concretar el número de muestras que ha llevado a cabo en su localidad natal. Sabe que son “unas cuántas, pero ninguna tan especial como la que puede verse hasta el próximo día 30 de diciembre en la Casa de Cultura”.

No en vano, la artista ha aprovechado esta ocasión para enseñar el trabajo que ha realizado a lo largo de los últimos dos años, en los que, señala, “he jugado mucho con los colores característicos de Marruecos y he buscado otras luces diferentes a las que utilizaba habitualmente”.

Además, entre las 33 obras expuestas hay “Doce de las catorce que pinté durante el confinamiento” decretado entre los meses de marzo y mayo para intentar frenar la pandemia”; un periodo que llevó “bastante bien, sin aburrirme en ningún momento” y que aprovechó “para dedicar tiempo y disfrutar con dos de mis grandes pasiones como son la pintura y la cocina”.

Según cuenta la propia Gemma, “aunque pueda sorprender, ninguno de los cuadros que pinté durante el confinamiento tiene colores oscuros. Esos meses sentí, más que nunca, la necesidad de pintar y cada día dediqué a esa labor unas cinco o seis horas”. Y es que, puntualiza, “ya que no podía salir de casa pintar me permitía estar continuamente paseando por mis cuadros”.

En la exposición de Gemma Monreal habilitada para estas Navidades en la Casa de Cultura de Elgoibar (se puede visitar de lunes a sábado, de 18.30 a 20.30 horas) el público se topa con obras de una temática reconocible en la artista: “Sigo con los paisajes, las callejuelas y los caserones pero esta vez con mucho más colorido. Además, he presentado cosas diferentes como estampas marinas o paisajes nevados”, explica la propia Gemma que, añade, “también hay dos cuadros de paisajes que sorprenden por sus azules anilinas (de añil)”.

De todos modos, si hay algo que hace diferente esta muestra respecto a las realizadas en años precedentes son los tonos de luz: “he buscado luces nuevas como las típicas de los oasis, de los patios interiores, de los bosques en otoño o de la Alhambra de Granada...”, puntualiza.

Y es que, con ese cambio de luminosidad que ha imprimido a su obra “especialmente este año”, Monreal ha querido “dar un poco de alegría a estos tiempos tan tristes”. Por ello, anima a la ciudadanía para que se pase por su exposición ya que, señala, “con tantas limitaciones como tenemos, es un buen pretexto para salir, dar una vuelta y, por qué no, para charlar conmigo”. Lógicamente, también es una buena ocasión para ver sus obras, de tamaños diversos: “Hay un cuadro de una calle de Marruecos de 1,80 x 1,60 metros, pero también está el más pequeño que he pintado en mi vida, de 6 x 4 centímetros”, concluye.

En esta exposición pueden verse 12 de los 14 cuadros que la artista elgoibartarra pintó en su casa durante los meses del confinamiento