- Tras aprobar el pasado mes de noviembre un presupuesto de 18,8 millones de euros para el presente ejercicio, la corporación elgoibartarra acordó en el Pleno de ayer la revisión de las cuentas planteada por el equipo de gobierno (PNV-PSE) después de constatar que las arcas municipales ingresarán "unos dos millones de euros menos de lo previsto inicialmente" como consecuencia de la crisis generada por el COVID-19.

Antes de la sesión plenaria, la alcaldesa de Elgoibar, Ane Beitia, compareció junto a las ediles Maialen Gurrutxaga y Atsegine Uzuriaga para explicar que esa reducción de ingresos está motivada "principalmente, porque la aportación del Fondo Foral al Ayuntamiento será de 1,8 millones de euros menos de lo previsto y porque dada la situación actual se han aplicado exenciones y bonificaciones en diferentes tasas a los negocios que tuvieron que cerrar durante el estado de alarma".

Aún así, la edil de Hacienda, Atsegine Uzuriaga, destacó que "pese al ajuste presupuestario, las partidas destinadas a fines sociales no solo se mantienen sino que se refuerzan con aproximadamente 120.000 euros para cubrir las necesidades existentes".

Además, el gobierno local mantiene en su agenda los considerados "proyectos estratégicos" que están ejecutándose o en fase de licitación "como el de la nueva piscina cubierta o el de los ascensores para mejorar la accesibilidad al barrio de Urazandi".

Eso sí, dada la reducción de ingresos, el Consistorio se verá obligado a posponer "para el próximo año" la ejecución de varios proyectos de menor calado "como los promovidos para renovar los vestuarios del Herriko Antzokia o para construir el nuevo ascensor público que mejorará la accesibilidad entre el polideportivo Olaizaga y el entorno del instituto Meka".