- El Ayuntamiento de Irun lleva tiempo trabajando por mejorar la ordenación urbana de Behobia. Hace justo dos años, en octubre de 2019, el delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, avanzó los trámites que desde el área se estaban realizando entonces para ahondar en los desarrollos de los ámbitos de Mendipe y Lastaola Postetxea. Con una pandemia de por medio, parece que dichas operaciones comenzarán a dar sus frutos en 2022, tal y como lo anunció ayer Páez.

En lo que respecta al ámbito de Mendipe, situado entre la Avenida de Endarlaza y la calle Lastaola Postetxea, la actuación prevé una mejora sustancial en un ámbito parcialmente degradado. En concreto, con la actuación se plantea reordenar la gasolinera que actualmente ocupa la parte central del ámbito, para lo que recientemente se ha concedido la licencia de derribo. A su vez, esto abre la puerta a que se desarrolle el Plan de Excavación de la zona para descontaminar el suelo que comprende las instalaciones subterráneas de tanques, tuberías y tierras potencialmente contaminadas.

La parte novedosa del desarrollo de Mendipe es la construcción de bloques residenciales en la trasera de la gasolinera, separados de la instalación por arbolado. Por un lado se plantean tres bloques con un total de 71 viviendas libres, y un cuarto bloque más cerca de la entrada a Zaisa 3 destinado a VPO con 32 viviendas previstas.

El delegado adelantó ayer que los primeros movimientos en Mendipe comenzarán a darse a lo largo del primer semestre de 2022.

Lo que previsiblemente tardará un poco más es el desarrollo de Lastaola Postetxea, ámbito situado en la parte de Behobia más cercana al centro urbano de Irun y que sirve de acceso al barrio. Paéz anunció ayer que el Plan Especial de reforma del ámbito ya está aprobado inicialmente, si bien está a la espera de que las diferentes administraciones competentes le den su visto bueno.

Una de esas administraciones es la Dirección General de Costas del Estado, que aún no ha dado respuesta a la solicitud del Consistorio habiendo excedido los seis meses de plazo que habitualmente requieren este tipo de autorizaciones, por lo que desde el Ayuntamiento de Irun se están estudiando las vías administrativas a seguir para poder continuar con el desarrollo lo antes posible. Además de lavar la cara a la entrada del barrio, esta intervención contempla unas 90 VPO y otras 60 viviendas libres.