- El proceso de participación ciudadana para definir los usos de un espacio de más de 500 metros cuadrados de la planta baja del edificio de Emigración, en el barrio irundarra de San Miguel, se cerró el pasado 28 de febrero tras recibir 57 aportaciones. El proceso de recogida de propuestas, fruto de una enmienda presupuestaria de EH Bildu, se realizó de forma paralela a los trabajos de rehabilitación del edificio y vía telemática, debido a la imposibilidad de celebrar las sesiones presenciales habituales en este tipo de procesos a causa de la pandemia.

Como explicaron desde el área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Irun, aunque el número total de propuestas superó el medio centenar, algunas de ellas quedaban fuera del ámbito del objetivo de la iniciativa. Tras extraer del conjunto de ideas las que sí habrían cumplido las bases del proceso, al realizar propuestas factibles en el espacio de 537 metros cuadrados de la planta baja puesto a disposición de la ciudadanía, destacan cuatro aportaciones principalmente, pues muchas coincidieron entre sí.

En primer lugar, el proceso ha definido como una de las prioridades de la ciudadanía el traslado del local municipal para personas mayores del barrio de San Miguel a la planta baja de Emigración, donde tendría más amplitud y la posibilidad de ofrecer más servicios. También se incluyen entre las principales aportaciones el traslado de las instalaciones de la asociación de vecinos del barrio, la habilitación de un haurtxoko y la creación de espacios polivalentes para realizar actividades y eventos.

Así, serán estas cuatro ideas las que principalmente se tendrán en cuenta a la hora de redactar el proyecto de dicho espacio, si bien desde el Consistorio recordaron que antes del proceso de participación se abriese a toda la ciudadanía de Irun, ya se recogieron aportaciones específicas de la asociación de vecinos de San Miguel y otros colectivos del barrio para definir los usos de ese futuro equipamiento público de referencia para la zona.

De cara al futuro, desde la administración local explicaron que el próximo paso tras la recepción de las aportaciones ciudadanas será el encargo de la redacción del proyecto de la planta baja de Emigración por parte del área de Obras, previsiblemente, en los próximos meses.

En paralelo, los trabajos de rehabilitación y limpieza de la cubierta del edificio continúan en marcha desde verano de 2020. Se trata de una primera actuación para mejorar las condiciones de la fachada del inmueble que se está realizando con un presupuesto de algo más de medio millón de euros y doce meses de plazo de ejecución.

En cuanto al interior, el Ayuntamiento de Irun ya realizó la división interna de los espacios del inmueble estableciendo la división de una superficie 763,75 metros cuadrados (aproximadamente el 16% del total) del resto del edificio, de unos 4.004,25 metros cuadrados. La primera parte corresponde a las oficinas de Lanbide, que seguirán instaladas en su ubicación habitual, de manera que la cesión del inmueble por parte del Estado al Consistorioen mayo de 2019 solamente se realizó en relación a esos en torno a 4.000 metros cuadrados.

Los orígenes del edificio se remontan a 1963 y en un principio funcionó como albergue para migrantes. Hasta hace poco albergaba las oficinas del Instituto Nacional del Empleo y del Instituto Nacional de la Seguridad Social, si bien la mayor parte del edificio se encontraba en desuso.

El siguiente paso tras la recepción de las aportaciones será el encargo de la redacción del proyecto de la planta baja del inmueble