si las enfermedades cardíacas por si solas ya son motivo de alarma, cuando además provocan aislamiento causan situaciones dramáticas. En el caso de la hondarribiarra María Ángeles Thomen, de 71 años, el mero hecho de salir de su actual residencia se ha convertido en los últimos años en un verdadero problema. De su situación alertaron ayer la miembro del grupo político municipal Abotsanitz Estitxu Urtizberea y el trabajador social Josu Peña, en una rueda de prensa en la plaza Gipuzkoa de Hondarribia, muy cerca de donde reside María Ángeles, en la calle Harategi.

Según explicaron Urtizberea y Peña, con un 48% de discapacidad reconocida, María Ángeles padece graves problemas de corazón. A causa de su enfermedad, Thomen es incapaz de bajar las escaleras de su portal, por lo que vive prácticamente recluida de forma involuntaria en su casa. Aunque los médicos le han recomendado que realice ligeras caminatas para combatir su dolencia cardíaca, el esfuerzo de bajar a la calle (por no mencionar el de la posterior vuelta a su domicilio, en el que necesitaría subir los escalones) es demasiado intenso para ella.

Por todo ello, Urtizbere y Peña comparecieron ayer para solicitar ayuda a la ciudadanía hondarribiarra con el objetivo de conseguir "una vivienda, una vida para María Ángeles", ahora que su situación se ha agravado aún más, si cabe. En el último año Thomen ha tenido dos ingresos hospitalarios. Es en este punto en el que la dificultad de acceso a su vivienda se hace más evidente puesto que los propios servicios de Urgencias "ya le han avisado de que en esta casa se les hace muy difícil bajarla por las escaleras sin poner en peligro su integridad como paciente", según explicaron desde la iniciativa para ayudarla.

Por si lo narrado hasta el momento fuera poco, María Ángeles sufrió hace dos semanas la fractura de dos de sus vértebras. "La situación no puede ser peor", aseveraron desde Abotsanitz.

Desde la iniciativa para encontrar una alternativa habitacional accesible para la hondarribiarra consideran así que "María Ángeles necesita un piso de alquiler adecuado para poder superar sus problemas de movilidad. Para poder salir a la calle. Para poder ducharse. Para ir al médico. Para poder ser atendida en condiciones por su hija. Para vivir". Por ello se reunieron ayer en la plaza Gipuzkoa, "para pedir ayuda al pueblo, para preguntar si alguien tiene en alquiler algún piso adecuado para María Ángeles".

En cuanto a la acción de las instituciones públicas, Urtizberea explicó que "el Ayuntamiento de Hondarribia tiene cinco pisos para emergencias y cuatro están vacíos, no se han utilizado en el último año". Para mejorar su situación, María Ángeles solicitó uno de estos pisos, pero, según afirmó la concejala, "ni siquiera le han contestado".

"Los Servicios Sociales están para mejorar la vida cotidiana y facilitar la autonomía de las personas, para garantizar la igualdad de oportunidades", continuó la edil, que consideró que, "con todos los medios con los que cuenta el Ayuntamiento de Hondarribia", sus Servicios Sociales deberían ofrecer una atención "ejemplar", algo que en opinión de Urtizberea están "muy lejos de conseguir".

Para la miembro de Abotsanitz, que Hondarribia contase con unos servicios sociales de primera categoría ampliaría notablemente "el abanico de posibilidades de la ciudadanía". Una de las ayudas ofrecidas en la ciudad, como en muchas otras de sus alrededores, es la atención domiciliaria, una atención "primordial y debería ser apoyada con todas las fuerzas, para beneficio tanto de los usuarios como de los sufridos cuidadores", en palabras de Urtizberea.

"Es cierto que la ley de Servicios Sociales de 2008 ha quedado obsoleta, pero el Ayuntamiento tiene competencia para desarrollarla", añadió la concejala. En ese sentido, hizo referencia a todos los agentes implicados en la organización de estas prestaciones para que "entre todos -grupos políticos, técnicosmunicipales y trabajadores sociales- se le de una vuelta" a la situación de los Servicios Sociales.

Así, desde Abotsanitz hicieron un llamamiento a la colaboración y a la eficiencia en la gestión de dichos recursos sociales: "Hay que contemplar todos los recursos que tiene el pueblo y ponerlos a disposición de toda la ciudadanía. Solo así será posible mejorar la vida cotidiana de la gente".

Solidaridad

Actualmente, tras la petición de un piso de emergencia social no respondida de María Ángeles, la primera fuerza de la oposición hondarribiarra trata de buscar soluciones alternativas. "Sabemos que en el Departamento de Servicios Sociales hace falta más fuerza de trabajo, sabemos que la normativa tiene carencias, sabemos que el Ayuntamiento de Hondarribia no tiene regulación para los pisos de emergencia, sabemos que el servicio de atención a domicilio no llega a cubrir las necesidades priMarías", enumeró Urtizberea.

Sin embargo, y a pesar del proceso de reflexión de la formación política en este caso concreto, la edil de Abotsanitz quiso dejar claro que la comparecencia de ayer no tuvo como objetivo remarcar las deficiencias del sistema de Servicios Sociales de Hondarribia, si bien apostó durante sus declaraciones por realizar una reflexión conjunta con el resto de grupos municipales, sino para ofrecer soluciones para un problema concreto: "Estamos aquí para apelar a la solidaridad popular de los hondarribiarras porque, antes de que sea tarde, lo que necesita María Ángeles ya es una vivienda adecuada y digna".

Con el problema expuesto, desde la iniciativa apelaron a la solidaridad de los hondarribiarras. En caso de contar con un piso adecuado para María Ángeles que se esté ofertando en alquiler, los interesados se pueden poner en contacto vía correo electrónico directamente con ella (mta1949@hotmail.com) o con el grupo municipal Abotsanitz (abotsanitz@hondarribia.eus).

Los requisitos básicos que María Ángeles necesita para desarrollar una vida normal son que la vivienda sea accesible (un bajo o un piso cuyo portal cuente con ascensor), y que tenga plato de ducha en lugar de bañera para poder asearse de forma segura.