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La magia vuelve a Oñati para suspender la lógica y activar el asombro

La gala del ilusionismo en euskera regresa este lunes con tres artistas, un poteo mágico y sorpresas para todos

La magia vuelve a Oñati para suspender la lógica y activar el asombroPotx Magoa.

Provocar sorpresa, suspender la lógica y generar un acuerdo silencioso entre quien actúa y quien observa. Ese es el territorio del ilusionismo, un lenguaje escénico que apela directamente a la emoción y convierte lo imposible y el asombro en un disfrute compartido. Con esa premisa regresa Oñatiko Magia Gala, que celebra su segunda edición, una vez más íntegramente en euskera, con una propuesta más cuidada y ambiciosa. La cita tendrá lugar este próximo lunes en el gazteleku (18.00 horas), un cambio de ubicación que permite mejorar la experiencia del estreno. 

“El año pasado la asistencia fue muy alta y nos permitió aprender mucho. Santa Ana antzokia se quedó pequeño y la visibilidad desde las últimas filas no era buena, así que en esta ocasión hemos decidido cambiar de espacio y dar un paso más. Será un espectáculo más cercano y más sorprendente”, explica Josu Zubia, impulsor de la iniciativa y corazón creativo de Potx Magoa. Las entradas tienen un precio de cinco euros y pueden adquirirse a través de la web municipal oñati.eus y en la Txokolateixia.

Xabi Lizaso, Iago Mago y Potx

Sobre las tablas del teatro oñatiarra se darán cita tres artistas muy distintos, con trayectorias y lenguajes propios, que ofrecerán al público una muestra variada de este arte. Procedente de Donostia llegará Xabi Lizaso, especialista en cartomagia, capaz de lograr auténticos milagros con una baraja entre las manos. “Es un mago con una técnica impresionante y mucha experiencia en escena. Sabe perfectamente cómo conectar con el público”, cuenta Zubia.

Desde Azpeitia participará Iago Mago, experto en la manipulación de cartas, que lleva el mentalismo al centro de su propuesta. “Iago combina la tradición con la innovación, y juega con la mente del público hasta generar situaciones que lo descolocan”, añade Zubia.

El tercer protagonista del cartel es el propio Potx, que utilizará la gala como escaparate de una parte de su trabajo más reciente. “En los últimos años he explorado una vertiente del ilusionismo menos habitual, basada en el uso de objetos cotidianos. En Oñati se podrá ver un pequeño adelanto de mi próximo espectáculo”, señala el mago oñatiarra.

Potx con su característica nariz roja.

Por la mañana, magia-poteo

Una de las principales novedades de esta edición llegará a mediodía. A partir de las 12.00 horas, los artistas recalarán en los bares del entorno de la Herriko plaza en un poteo mágico que acercará la disciplina al público de forma directa y espontánea. “Encontrarte con algo inesperado mientras tomas un trago genera una conexión distinta”, sostiene Zubia. En este recorrido tomarán parte Potx, Iago y el joven oñatiarra Danel Díaz de Gereñu.

Mago antes que músico y payaso

Zubia se inició en este arte con apenas 12 o 13 años. Fue su primer contacto con el escenario, incluso antes que la música o el clown. Tras un paréntesis, el nacimiento de Potx, dentro del dúo de narices rojas Potx eta Lotx, volvió a encender esa vocación. “Decidí recuperar ese lenguaje desde el personaje que ya había construido. Así nació Potx Magoa, hacia 2016-2017”, recuerda. Su propuesta escénica combina humor y destreza técnica, con una reivindicación clara: “Existe la idea de que un payaso no puede ofrecer un trabajo de calidad. Yo intento demostrar justo lo contrario, cuidando tanto el contenido como la forma”.

Cartas, cuerdas, pizarras, partituras y objetos que cualquiera puede encontrar en casa forman parte de su universo creativo. “Me fascina convertir lo cotidiano en algo misterioso. La magia es un juego de ilusión y de engaño honesto para disfrutar juntos. Se establece un pacto muy especial con el público, y eso es lo que verdaderamente me atrae”, manifiesta.

El mago azpeitiarra Iago es uno de los protagonistas de la gala.

Experiencia única

Se trata de llevar la magia en euskera a escena y de encender la llama del ilusionismo en el municipio. “En Oñati no hay mucha gente dedicada a esta disiciplina, y eso supone un reto, pero también hay curiosidad. No siempre tenemos la oportunidad de ver algo así en el pueblo, y dejarse sorprender es una experiencia única”, considera Zubia, convencido de que iniciativas como esta pueden despertar nuevas inquietudes culturales. Así que cada truco será un paso en un viaje fascinante, lleno de sorpresas que hechizarán a niños, niñas, jóvenes y mayores.