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Platero y el oficio de crear gigantes

El artista navarro ha creado las nuevas dos figuras que engalanarán las calles de la villa de Zarautz: Laxaro y Sorgiña

Platero y el oficio de crear gigantesN.G.

La presentación de Laxaro Joalduna en Zarautz dejó uno de los momentos más emotivos de estas navidades, con el homenaje al veterano joaldun de Ituren. Junto a ese gigante, el acto sirvió también para dar a conocer a Sorgiña, el segundo gigante que se incorpora a la familia festiva de la villa. Detrás de ambas creaciones se encuentra el artesano pamplonés Rubén Platero

Platero, al frente del taller Gigantes Platero en Iruña, no es un desconocido en la villa. “No es la primera vez que trabajo para Zarautz. Arreglo los gigantes, arreglo el Belén de Narros, incluso he hecho figuras también para el Belén”, cuenta a este periódico.

Trabajo y reto

El encargo de los dos nuevos gigantes llegó a principios de verano. “La idea me la dan en mayo o junio. Se pusieron en contacto conmigo para hacer dos gigantes, Sorgiña y Laxaro. La fecha de entrega era similar a la del evento de hace dos fines de semana”. A partir de ese momento, el trabajo se desarrolló de forma progresiva, combinando bocetos, propuestas y ajustes. “Se va trabajando poco a poco, mandando ideas, bocetos... y luego se entra de lleno”.

El reto era evidente en el caso de Laxaro. “Para mí, lo más difícil es cuando tiene que parecerse a una persona real. Éste era el caso”. La caracterización, según señala, es clave. “No es lo mismo que te digan que hagas un gigante de un joaldun a que te digan que hagas a Laxaro el joaldun. Luego te va a juzgar la propia persona”. Para lograrlo, fue necesario acentuar rasgos muy concretos. “Cuando tienes que inmortalizar a alguien tienes que resaltar sus características: los mofletes, la barba... eso ayuda”.

La respuesta del propio homenajeado fue inmediata. “Le gustó mucho. Hemos hecho una bonita amistad, además. Me llamó al día siguiente del evento agradeciéndome todo el trabajo, estaba ilusionadísimo y me decía que lo había clavado”.

Sorgiña y Laxaro durante el proceso de creación.

La Sorgiña

El segundo gigante presentado, Sorgiña, respondía a un planteamiento muy distinto. “Me dijeron que querían una sorgiña guapa, que no diese miedo”, comenta Platero.

La figura se reconoce como bruja a través de los detalles: las llamas de fuego en la parte baja de la falda, los eguzkilores antiguos, la olla con pócimas o la correa con frascos. “Es una bruja de la mitología, no la típica de nariz grande, gorro y verrugas”.

Desde 2012

Platero se dedica profesionalmente a este oficio desde alrededor de 2012. Tiene 44 años y su vínculo con los gigantes viene de antes, como bailador y portador. “A raíz de eso empecé a hacer gigantes de goma para pueblos como Zarautz o Pamplona y me metí de lleno en la creación y restauración”.

El trabajo suele llegar, explica, por recomendación. “Entre Ayuntamientos se preguntan unos a otros y a veces sale mi nombre. A veces te llaman porque van a realizar alguna licitación, pero la mayoría de veces es por el boca a boca”.

El gigante de Laxaro Joalduna, durante el proceso de creación.

"Sarna con gusto no pica"

A lo largo de su trayectoria ha realizado tanto creaciones desde cero como restauraciones, dos procesos realmente distintos. “Desde cero lo pares tú. Restaurar es más complicado; hace poco restauré uno de los gigantes más antiguos de España”. En esos casos, la fidelidad al original es fundamental. “Te puedes encontrar de todo. Tienes que ser fiel a los materiales y a los productos que llevaba. Cada trabajo es una batalla, pero como se dice, sarna con gusto no pica”.

De todo el proceso, hay un momento que destaca por encima del resto. “Para mí, cuando destapan la figura es un momento mágico”. A ello se le suma la reacción del público más joven. “Ver cómo reacciona los niños me hace muy feliz; siempre flipan, como si estuvieran viendo a su superhéroe. Hay niños que compran la figura del gigante y se van a dormir con él”.

Futuro del oficio

Aunque el número de artesanos dedicados a los gigantes es recudido (calcula que en todo el Estado habrá entre 30 o 40), Platero se muestra optimista sobre el futuro del oficio. “Creo que seguirá habiendo gente que los haga. No somos muchos en este oficio y trabajo, aunque parezca que no, hay”, finaliza el hacedor de gigantes.