Santamasak nunca falla. Tras una víspera marcada por la lluvia, la jornada de este lunes ha dado un vuelco completo. El buen tiempo se ha aliado con la fiesta, propiciando el extraordinario ambiente que ha reinado en Arrasate en una de sus citas festivas más populares y queridas.

Desde primera hora, las calles se han llenado de gente dispuesta a disfrutar de la feria. “El tiempo ha ayudado, y menos mal, viendo lo que tuvimos ayer (por el domingo) en Donostia…”, comentaba Ezozi Etxeberria, del caserío Arizaga de Soraluze, mientras explicaba que el “rey de las ventas” estaba siendo el pan de caserío, elaborado de forma artesanal, aunque la oferta era variada y había salida para todo: lechugas, puerros, coles... Etxeberria regresó a casa desde la capital guipuzcoana con un segundo premio –el primero fue para su hermana, Mari Carmen–, y en la localidad cerrajera ha vuelto a ser protagonista al hacerse con el reconocimiento al mejor puesto, otorgado por votación popular, con 91 apoyos de los 221 emitidos. Se le ha hecho entrega del nuevo trofeo que han diseñado los maestros de Arrasateko Tailaginen Elkartea.

Animales, uno de los grandes atractivos

Mientras tanto, la plaza José María Arizmendiarrieta se ha convertido en un auténtico 'Arca de Noé', con vacas, pottokas, yeguas, bueyes, burros y ovejas captando todas las miradas. Solo se ha echado de menos a las aves, ausentes por las restricciones de la gripe aviar. La ganadería comarcal ha competido incluso en popularidad con 'Meri Xendo', el ejemplar porcino que ha dormido plácidamente en su 'txerrimobil', ajeno a los curiosos que se han agolpado a su alrededor.

La artesanía, con piezas únicas y en algunos casos preservando técnicas ancestrales, ha llenado Jokin Zaitegi plaza, aportando un toque de tradición y creatividad al bullicio festivo. Dantzaris, trikitilaris, txistularis… han puesto ritmo a una jornada redonda.