El escritor y periodista guipuzcoano Ander Izagirre tenía 6 años cuando una bomba de ETA oculta en una mochila explotó en 1982 en Errenteria e hirió de gravedad a Alberto Muñagorri, de 10, que perdió una pierna. Ese niño que logró sobrevivir a ese atentado que tanto le impactó será el protagonista de su nuevo libro.

Con este proyecto ha ganado la beca Raúl Guerra Garrido 2025, dotada con 25.000 euros y creada por la Diputación de Gipuzkoa en memoria del escritor y farmacéutico fallecido en 2022, Premio Nadal y Premio Nacional de las Letras, también perseguido por su postura pública contra ETA.

Secuelas permanentes

Muñagorri e Izagirre llevan hablando mucho tiempo, desde que se conocieron en 2018, sobre lo que ha supuesto aquella bomba, que iba dirigida contra un local de Iberduero, a lo largo de la vida de una víctima que sufre secuelas permanentes -tiene también problemas de visión y de audición-.

"Las secuelas físicas son evidentes. Las emocionales resurgieron con los años porque entonces no se prestaba la atención que se presta ahora a la salud mental. Mi vida está ligada a médicos y operaciones. Esto es de por vida, es una vida complicada", ha explicado Muñagorri este miércoles en el palacio foral, donde se ha presentado el proyecto de esta nueva publicación.

Junto a él, además de Izagirre, se encontraba la diputada foral de Cultura, Goizane Álavarez, y Luz, hija de Guerra Garrido, que ha formado parte del jurado de la segunda convocatoria de esta beca, a la que han optado una docena de trabajos.

Muñagorri, actualmente concejal socialista en el Ayuntamiento de Errenteria, se encuentra ya preparado para que se conozca su historia "más allá" del 26 de junio de 1982, fecha del atentado.

"Quiero trasladar el deber de memoria que tenemos, que sea algo constructivo. Quiero transformar ese dolor y sufrimiento en algo positivo, sin odio, para que creemos convivencia. No quiero un libro que se haga desde el victimismo", ha asegurado este hombre de 53 años, que es además un buen deportista y ha participado en carreras como la popular Behobia-San Sebastián.

La común afición por la bicicleta unió al protagonista con el autor del libro, cuyos primeros contactos fueron pedaleando. Izagirre, que tenía el plan de recopilar historias de violencia en el País Vasco, vio que en las vivencias de Muñagorri había "un historión", pero que era algo que necesitaba trabajarse con tiempo.

El periodista ha hablado de sus recuerdos del atentado de Muñagorri, de cómo después a los niños de Euskadi se les advertía de que no tocasen mochilas o paquetes que vieran por la calle. "Tengo muy grabado ese nombre", ha afirmado.

Medio siglo de violencia

Su propósito es, por un lado, contar la vida de esta víctima: "su biografía, ver qué le pasa cuando deja de salir en los medios, saber cómo se ha sobrepuesto", en un lugar conflictivo además como Errenteria. Y por otro, tratar de relatar lo que ha sido la historia de Euskadi el último medio siglo.

Tras muchas conversaciones, encuentros y grabaciones, Izagirre cree que el proyecto ha ido madurando y este es el momento de ponerse a escribir, para lo que la beca Guerra Garrido ha supuesto "un regalazo".

Dispone de un máximo de un año para alumbrar su obra, que editará Libros del K.O., que ha publicado ya varios títulos suyos, entre ellos 'Potosí', una crónica sobre las minas bolivianas con la que obtuvo el Premio Euskadi de Literatura en 2017, el English Pen Award en 2018 y el Kapuscinski en Polonia en 2022.

Muñagorri ha dicho que en su cabeza sí estaba la idea de escribir un libro, aunque sabía que él no podía hacerlo. Cuando conoció a Ander Izagirre pensó que él se podría encargar y el tiempo le ha dado "la razón".

"Esta va a ser una exposición más pública de la que he tenido hasta ahora. No tengo hijos y este es el legado que voy a intentar dejar a esta sociedad", ha subrayado esta víctima de ETA, a la que le gusta "hacer hincapié" sobre los heridos que causó la banda terrorista, mucho mayor que el número de víctimas mortales.