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En Oñati, la experiencia se mueve, no se jubila

Desde el diálogo y la acción, la Mesa de Personas Mayores ha tendido lazos con el Consistorio para responder a las necesidades del colectivo y del pueblo. Con los frutos de su recorrido, anima a sumarse a este espacio de participación

En Oñati, la experiencia se mueve, no se jubilaAnabel Domínguez.

Más de 3.000 oñatiarrassuperan la edad de 60 años, conformando una parte esencial del pulso del municipio. Tres mil miradas que han visto transformarse las calles, las plazas y la vida cotidiana; tres mil voces que guardan la memoria de lo que fue y la experiencia de lo que sigue siendo. De esa riqueza floreció la Mesa de Personas Mayores, un foro impulsado por el Consistorio para hacer oír sus opiniones, brindar espacio y presencia activa a este amplio colectivo que va en aumento.

La iniciativa echó a andar en 2023, fruto de un proceso participativo iniciado un año antes, en el que el Ayuntamiento entrevistó a medio centenar de ciudadanos para conocer sus inquietudes, deseos y propuestas. La conclusión fue clara: veían necesario crear un espacio estable de diálogo y reflexión; un lugar donde las personas mayores pudieran analizar su entorno desde su propia perspectiva, identificar carencias y plantear mejoras para el conjunto del pueblo.

Con ese propósito, Oñatiko Pertsona Nagusien Mahaia comenzó a reunirse de forma periódica, con el apoyo técnico del área municipal de Bienestar Social y la dinamización de la cooperativa Bizipoz, especializada en programas que promueven el envejecimiento activo.  El punto de encuentro está situado en el local número 5 de San Juan kale.

Cuidados, soledad, transporte, accesibilidad...

Los temas que articulan la agenda reflejan las grandes preocupaciones del colectivo: los cuidados, la soledad no deseada, la vivienda, el transporte, la accesibilidad, y el bienestar emocional y comunitario, entre otros. Pero la Mesa no se limita al debate. En estos años de andadura han convertido ideas en realidades que se ven y se sienten. De la palabra han pasado a la acción.

Voluntariado en San Martin egoitza

Según cuentan, uno de los proyectos más destacados que han alumbrado es la puesta en marcha del grupo de voluntariado que actúa en San Martin egoitza. Lo componen unas dieciséis personas que “acompañan a los residentes, comparten paseos y colaboran en la organización de actividades”, explican las y los integrantes de la Mesa. Su labor, coordinada con el personal de la residencia, ha permitido tejer nuevas redes de apoyo y afecto, demostrando que el cuidado es, igualmente, comunitario. Ahora, el objetivo es fortalecer este voluntariado y ampliarlo, conscientes de que en el municipio “también hay personas que viven solas o con distintas necesidades”, apuntan. 

Otra línea de trabajo prioritaria es la accesibilidad y la movilidad urbana. A través de paseos por los diferentes barrios, los miembros de la Mesa han detectado barreras arquitectónicas y trasladado propuestas concretas al departamento municipal de Urbanismo. De ese chequeo a pie de asfalto, a medio camino entre la observación cívica y el compromiso social, ha emanado un detallado informe, acompañado de fotografías, que incluye un buen puñado de observaciones. Entre ellas, garantizar itinerarios accesibles sigue siendo esencial “para que moverse por Oñati resulte cómodo y seguro”, insisten. Se han localizado puntos en mal estado, especialmente “en la arboleda, en Lizaur y en el primer tramo de Kale Zaharra”.

En el centro de salud, por ejemplo, hacen hincapié en que la entrada para personas con movilidad reducida requiere mejoras. Proponen, de este modo, adecuar la puerta corredera, instalar un ascensor que permita el acceso con camilla y colocar una barandilla continua en la cuesta, dejando un tramo libre para ambulancias. De manera similar, en el acceso al cementerio, concretamente en la rotonda, se plantea una intervención que facilite el tránsito peatonal y el vehicular.

Junto con estas actuaciones, se han impulsado charlas sobre diversas temáticas como la teleasistencia o los documentos de última voluntad, además de encuentros intergeneracionales para fomentar el intercambio y la relación entre distintas edades.

Imagen que identifica a Oñatiko Pertsona Nagusien Mahaia

"No hace falta ser experto"

Oñatiko Pertsona Nagusien Mahaia es abierta y participativa. No hace falta ser experto en nada, solo tener la curiosidad despierta y las ganas de aportar. “Todos tenemos dos ojos y dos oídos –manifiestan sus integrantes–, y todos podemos contribuir a que Oñati sea un lugar mejor para vivir”. El foro tiende puentes entre quienes ya han recorrido un largo camino y las instituciones que deciden el rumbo del pueblo.

Llamada a la participación

Necesitamos más personas dispuestas a colaborar y aportar su granito de arena”, recalcan. Porque cuantas más voces se sumen, más rico se vuelve el diálogo y más valiosas son las ideas que nacen de él. Quienes deseen participar en las reuniones que se celebran quincenalmente los lunes de 10.30 a 12.00 horas, puede inscribirse en los Servicios Sociales municipales (Bidebarrieta, 12). En Oñati, la voz de la experiencia no solo se escucha, se tiene en cuenta.