Síguenos en redes sociales:

Urretxu Vs. Zumarraga: la madre de todos los derbis

La rivalidad entre estos dos pueblos tiene más años que la de Real y Athletic

Urretxu Vs. Zumarraga: la madre de todos los derbisAsier Zaldua

La Real y el Athletic disputarán hoy el derbi vasco. Un gran derbi, sin duda. Pero para derbi, el de Urretxu y Zumarraga. Un derbi con mucha historia (es más antiguo que el fútbol) y muchas anécdotas relacionadas con la rivalidad.

Este derbi se remonta al nacimiento de Urretxu, que recuerda mucho al nacimiento de los clubes de fútbol. Algunos zumarragarras que estaban hartos de estar bajo el yugo del señor de Lazcano pidieron al rey fundar una villa al otro lado del río Urola y así nació Villarreal de Urrechua.

Los dos pueblos siempre han tenido buena relación, pero nunca ha faltado el pique y de vez en cuando ha habido algún enfrentamiento. Uno de los más sonados está relacionado con la llegada del ferrocarril. Para construirlo se tuvo que desviar el cauce del río Urola y, aunque han pasado ya más de 150 años, los urretxuarras no olvidan que algunos terrenos que pertenecían a Urretxu pasaron a manos de Zumarraga. Vamos, que tienen mejor memoria que los de la Real con Joseba Etxeberria.

Más recientemente, en 2005 y 2006, los alcaldes Antón Arbulu (Zumarraga) y Pello González (Urretxu) mantuvieron un enfrentamiento que tuvo entretenidos a los cronistas locales durante varios meses. El Ayuntamiento de Urretxu construyó una pequeña rotonda al final de la calle Ipeñarrieta, el alcalde de Zumarraga consideró que aquella rotonda desviaba el tráfico hacia su pueblo y cerró la entrada a Zumarraga.

Los alcaldes son en los pueblos el equivalente a los presidentes en los clubes de fútbol. La sangre no ha solido llegar al río Urola, pero aquella vez, Arbulu y González estuvieron a punto de acabar como Manuel Ruiz de Lopera (presidente del Betis) y José María Del Nido (presidente del Sevilla).

El pique entre los vecinos también ha dado mucho juego. Los más viejos del lugar recuerdan que de niños solían echarse piedras de un lado al otro. Cosas de los niños de aquellos años… La mayoría defienden sus colores con pasión, pero sin llevar la rivalidad al extremo. Pero siempre ha habido algún hooligan. El más famoso fue el urretxuarra Txibisto, que evitaba pisar Zumarraga y cogía el tren de Donostia a Legazpi porque no le daban billete a Urretxu. Falleció a causa de un atragantamiento… en un restaurante de Zumarraga.

En la actualidad la cosa está muy tranquila. Solo algún vacile sobre los dos jugadores históricos que presiden la plaza de cada pueblo: el bardo que compuso el himno Gernikako Arbola, el urretxuarra Joxe Mari Iparragirre, y el colonizador de las Islas Filipinas, el zumarragarra Miguel López de Legazpi

Cuando toca vacilar, los zumarragarras dicen que Iparragirre fue un juerguista que volvió a Urretxu abandonando a su familia en América. Los urretxuarras responden que López de Legazpi fue un conquistador y que su estatua pisa a un filipino.

Siempre ha habido rivalidad, pero también ha habido intentos de fusión. Fue en 1842 cuando se habló del tema por vez primera, pero solo Zumarraga mostró interés. En 1927 hubo otro tímido intento, pero el más importante data de 1966.

Los ayuntamientos realizaron un gran trabajo (el pueblo resultante de la fusión ya tenía nombre y escudo) y pusieron el resultado de su trabajo a disposición de los vecinos. El de Urretxu incluso envió un librillo a todas las casas, pidiéndoles que dieran su opinión sobre el tema. Pero algunos urretxuarras contrarios a la fusión, temiendo que todo estuviera ya bien atado, se adelantaron a las autoridades: recogieron las opiniones de muchos vecinos contrarios a la fusión y desbarataron la oportunidad de conocer qué opinaba la mayoría. Además, convocaron una manifestación en contra del proyecto. Como consecuencia de todo ello, el alcalde dimitió y cada uno siguió por su lado del río Urola.  

La verdad es que fusionar a Urretxu y Zumarraga hubiera sido como fusionar a la Real y al Athletic. O, más difícil todavía, a PNV y EH Bildu. Los vecinos están contentos como están, pero piden a los dos ayuntamientos que colaboren lo máximo posible.