El paso del tiempo ha sido testigo de las profundas transformaciones urbanísticas que han moldeado la fisonomía de la villa cerrajera, conservada únicamente en la memoria de quienes vivieron otras épocas. Esas estampas de un pasado no tan lejano ‘reviven’ gracias a las fotografías que Arrasate Zientzia Elkartea (AZE) pone al alcance todos a golpe de 'clic'.
“El ejercicio es simple: se trata de comparar imágenes antiguas de finales del siglo XIX y principios-mediados del XX con el aspecto que diferentes espacios del municipio ofrecen en la actualidad”, explica Alfonso Donnay, que se encarga de alimentar el blog bautizado con el nombre de 'Arrasate iruditan'. Una plataforma que, según cuenta el integrante de AZE, sirve para complementar lo que la asociación dedicada a preservar el patrimonio local ha difundido en sus redes sociales, poniendo a disposición de las personas interesadas su enorme labor en formato digital.
De diferentes colecciones
Entre las instantáneas antiguas, el muestrario es variado. “Hay fotos anónimas, de las colecciones de José Letona, Carmelo Letona, José María Uranga, Juan Leibar, Valeriano Martínez, José María Lasagabaster 'Bentxes', Pedro Sologaistoa (Laso), Valero…; del archivo de Josemari Vélez de Mendizabal, Txema Urcelay, Kepa Oliden, Joxefe Díaz de Tuesta…”, enumera Donnay. No obstante, el referente más destacado es el fondo Mendia, que “gracias a nuestro inolvidable amigo Eusebio Iñarra ahora custodia Arrasate Zientzia Elkartea, y que durante años preservó José Antonio Otaduy Astola”, recalca Donnay.
Pero el blog se ha marcado también otros propósitos: mostrar “esas pequeñas y grandes cosas” de la vida cotidiana a través de las escenas que inmortaliza la cámara para hacer una parada en las fiestas, las costumbres sociales, el trabajo de las mujeres y los hombres, la religión, la salud…
Sacarlas a la luz
Los miembros de AZE quieren que 'Arrasate iruditan' sea una herramienta “dinámica y abierta” a la participación de la ciudadanía. “Las fotografías actuales que hemos tomado nosotros están hechas con un teléfono móvil y se presentan en blanco y negro, al igual que las antiguas”, detalla Donnay, que invita a las y los arrasatearras a sacar a la luz aquellas imágenes que hablan de la evolución y la historia “de nuestro pueblo”. Hay lugares que se han transformado tanto que son difíciles de reconocer. En otros, sin embargo, parece que los años no han pasado por ellos.