El Ayuntamiento de Urnieta organizó el domingo un homenaje a los cien años que cumplió el edificio de la ikastola Xoxoka el pasado 2 de julio. A pesar de que su función educativa cesó en 1973, hoy sigue siendo lugar de encuentro de los vecinos de las zonas rurales de Xoxoka-Goiburu. Al acto conmemorativo asistieron vecinos y vecinas del barrio, parte del alumnado que pasó por la escuela y representantes del Ayuntamiento de Urnieta, entre otras personas. El buen ambiente fue patente durante toda la jornada.
Durante el homenaje se visualizó un panel que ensalza la escuela, el concejal Mikel Artola explicó la historia de la misma, se pudo disfrutar de la danza y la música de los niños y de las niñas del barrio y también se pudieron escuchar los bertsos de Unai Gaztelumendi. Asimismo, el presidente de la asociación vecinal, Joseba Ubillos, pronunció unas palabras para poner en valor el edificio. "En definitiva, se llevó a cabo un acto sencillo pero bonito", resumen desde el Consistorio.
Reivindicación vecinal
Tal y como se recoge en la web del Ayuntamiento, en el año 1924 se reunieron los baserritarras del barrio de Goiburu de Urnieta. Las niñas y los niños tenían dificultades para acudir a la Escuela Pública, ya que el lugar de residencia estaba muy lejos y en invierno el viaje se complicaba mucho. "Como consecuencia, muchas niñas y niños quedaban sin escolarizar. Después de discutir diferentes opciones, decidieron instalar una pequeña escuela en Kintalaenea", se narra en la web.
Según la misma fuente, el 30 de mayo, en el Ayuntamiento de Urnieta, se constituyó la Junta Local de promoción de la enseñanza, en la que se acordó que la nueva escuela de Kintalaenea no cumplía los requisitos mínimos y que había que buscar una solución. El Ayuntamiento de Urnieta acordó la construcción de un nuevo edificio y solicitó al arquitecto Antonio Setién la redacción del proyecto.
El 18 de enero del año 1925 se celebró una reunión de vecinos para decidir dónde ubicar la nueva escuela. El 24 de enero, tras decidir que la nueva escuela sería en Xoxoka, las vecinas y los vecinos del barrio ofrecieron su ayuda para colaborar en las obras de construcción.
Un escrito del 12 de febrero señala que los vecinos habían acumulado en la zona donde se iba a construir el nuevo edificio suficientes piedras y arena (de la cercana cantera de Altzibar) y madera de haya (de los montes comunales) para su construcción, y que estaban dispuestos a empezar a trabajar.
Pese a que el presupuesto era de 20.694,57 pesetas, gracias al auzolan (trabajo vecinal) y a la subvención de 4.000 pesetas concedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa, el coste de construcción de la nueva escuela no llegó a las 13.000 pesetas. El 2 de julio se inauguró la nueva escuela.
Clausura
En el curso 1972-73 la escuela fue clausurada para siempre cuando la última profesora Pepita Campos se jubiló. Antes estuvieron Angela Arrue (Kintalaenea y Xoxoka), Matilde Aranzaolatroque y Petronila Esnal.
Posteriormente se convirtió en albergue y hoy en día es sede de la asociación de vecinos y vecinas del barrio.