Detrás de la fachada del número 2 de San Juan Kale de Oñati, donde hoy se encuentra la sede de la asociación de personas jubiladas Pake Leku, se esconde una de esas historias que dejan huella. Una historia de amor y de legado a partes iguales. En otra época, esta casa fue el hogar del matrimonio formado por Iñazia Garaikoetxea Egaña y Tomás Ugarte Intxausti 'Mallo', alcalde de Oñati entre abril de 1952 y mayo de 1953, además de arquitecto y somatén en su tiempo libre. Juntos compartieron su vida y un amor que trascendió incluso la muerte.

Hace 44 años, el 7 de junio de 1981, a las ocho de la tarde, Iñazia fallecía a los 80 años como consecuencia de un infarto. Apenas dos horas después, Tomás la seguía, a los 85 años. Como si el corazón de uno no pudiera seguir latiendo sin el del otro, murieron el mismo día. Sus funerales se celebraron al día siguiente, juntos, como lo estuvieron en vida.

Sin hijos ni testamento

Sin descendencia ni testamento, la casa fue confiada al párroco de San Miguel Arcángel, Benigno Iñarra, según la costumbre local. Pero entonces entró en escena el franciscano de Arantzazu Martín Astaburuaga, capellán del convento de Santa Ana y confesor de la pareja. Este tenía anotado que Iñazia y Tomás le habían expresado en alguna ocasión su deseo de que todos sus bienes fueran “para el pueblo”. Este martes, los entresijos de esta bonita historia serán recordados en la charla que acogerá Pake Leku (18.30 horas), de la mano de Iñazio Irizar, autor del relato que a golpe de 'clic' está disponible en el blog de la asociación de jubilados. Irizar estará acompañado de Karlos Agirrebengoa que en aquellos años fue concejal y testigo de estos hechos.

Cartel que anuncia la charla de este martes en Pake Leku. Iñazio Irizar.

Aprobado en Pleno

¿Debía beneficiarse la Iglesia? ¿la residencia de San Martín? Para zanjar cualquier duda se recurrió al entonces obispo de Gipuzkoa, José María Setién, quien dictaminó que la residencia representaba mejor al pueblo y, en consecuencia, a los deseos del matrimonio.

En el Pleno del 11 de febrero de 1982 el Ayuntamiento, que formaba parte de la fundación de la residencia, aceptó la herencia por unanimidad. Así comenzó una nueva etapa para el número 2 de San Juan kale.

Pake Leku se mudó de Kale Zaharra a su nueva sede en la antigua casa de Iñazia y Tomás, acondicionada por el Consistorio. En 2001 se derribaron los edificios colindantes (números 4 y 6) para levantar viviendas. Al año siguiente, el Ayuntamiento adquirió el bajo del nuevo inmueble y habilitó la terraza a la que se accede desde el bar de la asociación.

En la actualidad el local no solo alberga actividades culturales y sociales de las y los jubilados. También guarda, invisible pero presente, el testimonio de una pareja que tuvo un acto de amor hacia Oñati. Esta tarde, esa historia será recordada en la conferencia que impartirán Iñazio Irizar y Karlos Agirrebengoa. Además, el relato está al alcance de cualquiera en internet.

Día del Jubilado, el domingo

El citado blog ofrece, a su vez, un recorrido por la fundación de Pake Leku, su funcionamiento y las múltiples actividades que mantienen vivo el hogar. Esta semana, por ejemplo, habrá un bingo especial el jueves a las 17.00 horas, y el domingo se celebrará el Día del Jubilado, con misa a las 12.00 horas en la parroquia, seguida de un homenaje y un lunch.

Una casa, un matrimonio, un pueblo. En el número 2 de San Juan kale sigue latiendo, silencioso pero firme, el corazón generoso de Iñazia y Tomás.