El Txoko de Mikel Bermejo en Zumaia se transformó el pasado viernes en "puerto simbólico" para celebrar el 25º aniversario de Begi Bistan, una iniciativa pionera en el turismo sostenible. Rodeados de amistades y recuerdos compartidos, se reencontraron todos los que formaron parte de la travesía en una celebración "íntima y profunda, alejada de los ostentoso y fiel al estilo de la casa: cercana, coherente y humana", destacan desde la organización.

Desde el arranque del evento, el ambiente fue cálido y cargado de emoción. Empezó con un vídeo que avivó memorias. El micrófono abierto permitió que las voces del agradecimiento tomaran la palabra, junto a la emoción. Todas las miradas compartían una misma visión: "la de cuidar el territorio, la cultura y a las personas, siempre desde el respeto y la curiosidad".

Descenso del río Oria organizado por Begi Bistan. Begi Bistan

Un modo de mirar y de estar en el mundo

Las imágenes del grupo reunido frente al puerto, con generaciones distintas y una diversidad de perfiles profesionales, simbolizaron el "alma" de Begi Bistan. Más que una foto, "fue una declaración de principios: la apuesta por un turismo transformador, educativo y sostenible", que mira al futuro sin perder ni olvidarse de sus raíces.

La jornada terminó con música, brindis y un "nos vemos en el mar", lema que resume el espíritu del proyecto de Begi Bistan. Porque "no es sólo una empresa, es un modo de mirar y de estar en el mundo. Tras 25 años, sigue navegando con la misma pasión, guiada por un equipo que hace el compromiso una forma de vida".

Historia y andadura de Begi Bistan

Begi Bistan comenzó su andadura en el año 2000 como una travesía en barco por el Flysch del Geoparque. Un cuarto de siglo después se ha convertido en un referente del turismo experiencial y la divulgación del patrimonio en Euskadi.  

Con una visión innovadora desde sus inicios, Begi Bistan tenía muy clara su misión: acercar a las personas a la riqueza geológica, cultural y humana del entorno vasco a través de una nueva mirada. Por eso, en sus primeras salidas en barco, la intención ya era ambiciosa: “no sólo enseñar un paisaje, sino conectar emocionalmente a visitantes con un patrimonio único”, destacan desde Begi Bistan.

La oferta va más allá del mar

A día de hoy, un cuarto de siglo después, la empresa ha ampliado su oferta y va más allá del mar. Ofrecen rutas a pie por enclaves patrimoniales, experiencias educativas y actividades de team building diseñadas para empresas son parte de un catálogo que aún seguirá creciendo. Todas las actividades mencionadas tienen el mismo objetivo: crear experiencias significativas que emocionan, transforman y dejan huella.