Agustinak Kantina abrió sus puertas el 18 de noviembre, por lo que esta semana cumplirá dos meses en servicio en Errenteria. Este establecimiento enclavado en el edificio de coworking Agustinak Zentroa que gestiona la agencia de desarrollo Oarsoaldea es un lugar imprescindible tanto para artistas residentes como visitantes y vecinos del barrio.
Más allá de su propuesta gastronómica, la Kantina destaca como un punto de encuentro donde disfrutar de una amplia variedad de pintxos, cafés de calidad y desayunos, comidas y cenas saludables en un entorno que combina comodidad y un cuidado estilo.
El pasado mes de octubre se abrió el proceso para licitar el alquiler de este bar. Los adjudicatarios fueron los ucranianos Vladimir Lobas y las hermanas Tatiana y Vasylyna Tsaplap que han convertido este espacio en un cuidado gastro-bar.
Los tres abandonaron Ucrania debido a la invasión rusa y tras vivir en Irun, han encontrado su lugar de residencia en Pasai Antxo.
Experiencia
Con una dilatada trayectoria en hostelería, vieron en la cantina una oportunidad para poder desarrollar su propio negocio. Las hermanas Tsaplap trabajan desde los 17 años en hostelería. Han trabajado en locales de Ucrania y de Grecia y desde su llegada a Euskal Herria también han tenido oportunidad de hacerlo en bares y restaurantes de la Parte Vieja donostiarra.
“Somos muy perfeccionistas”, asegura Vasylyna en un perfecto español. También ha adquirido en el año y medio que lleva residiendo aquí unas nociones básicas de euskera. “Me gusta mucho el idioma y querría seguir tomando clases. Me gustan mucho los idiomas y socializar con la gente”, apunta.
Para todos los gustos
Todo ello, les ayuda a ofrecer una cuidada selección de opciones para empezar el día. Agustinak Kantina apuesta por desayunos pensados para todos los gustos, desde propuestas equilibradas y saludables hasta alternativas más clásicas. Todo esto acompañado de cafés cuidadosamente preparados, ideales para cualquier momento del día.
Además, los pintxos se posicionan como uno de los protagonistas de este espacio, ofreciendo una variedad de sabores que reflejan tanto tradición como innovación. Un momento especial es el pintxo-pote de los viernes por la tarde, de 19.00 a 21.00 horas, una cita que tiene mucho éxito entre los residentes. “La gente sale de su casa llueva o haga viento, para llegar aquí, al Olimpo”, asegura Lobas.
Espacio tranquilo
Ubicada en un entorno privilegiado, la Kantina cuenta con una amplia terraza y un jardín que crean el ambiente perfecto para disfrutar de una pausa relajada. Su diseño y concepto invitan no solo a degustar, sino también a compartir momentos en un espacio cálido y dinámico.
“El barrio necesitaba un espacio como este, tranquilo”, aseguran los adjudicatarios. “Aquí vienen desde mujeres embarazadas hasta personas de avanzada edad y nosotros también nos encontramos muy a gusto en este barrio, nos han acogido muy bien”, aseveran.
Servicio todos los días
El bar se encuentra abierto todos los días de la semana. De lunes a viernes, de 9.00 a 21.00 horas y los sábados y los domingos de 9.00 a 00.00 horas.
Un espacio importante de la terraza son sus vistas al jardín que proporciona a los visitantes una zona de relajación donde las personas que acuden pueden descansar y disfrutar de la naturaleza en medio del entorno urbano.
Este espacio está pensado para ser un refugio de tranquilidad ofreciendo un ambiente propicio para el disfrute del entorno natural.
Reforzar identidad
Tal y como señalan desde la agencia de desarrollo, “Agustinak Kantina no solo busca satisfacer el paladar, sino también reforzar la identidad del centro al que pertenece, siendo un reflejo de sus valores”. “Este espacio ha sido pensado como un lugar donde residentes y visitantes puedan conectar, relajarse y disfrutar, contribuyendo además a la economía local y al desarrollo sostenible”, concluyen.