Con el objetivo de evitar que envoltorios de plástico de cajetillas de tabaco, colillas, envoltorios de snacks, botes de refrescos, bolsas de plástico, y pañuelos de papel, entre otros, lleguen al mar, el Ayuntamiento de Beasain, en colaboración con Eguzki Talde Ekologista, ha instalado zócalos en las barandillas que bordean el río Oria a lo largo de 2023 y 2024. En 2023, se colocaron en las calles Igartza Oleta y Errementari, y a finales de este octubre en la calle JM Iturriotz, entre los números 21 y 26. Tras completar estas instalaciones y evaluar su impacto medioambiental, Eguzki ha dado una valoración positiva de la medida. Además, este mes se han añadido nuevos zócalos en Lazkao y Ataun.

“Lógicamente, la decisión de instalar los citados zócalos no obedece a una cuestión estética; ni mucho menos. Se trata de una medida adoptada con un objetivo medioambiental: evitar que las ráfagas de aire y el viento acaben arrastrando hasta el cauce del río Oria, contaminando su fauna y flora y, en consecuencia nuestra costa, aquellos plásticos y residuos que la propia ciudadanía, a veces por descuido, pero la mayoría de las veces sin ningún tipo de decoro, arroja en las calles de la localidad”, ha explicado el grupo ecologista. “Diríamos que las barandillas contiguas a los ríos, arroyos y paseos marítimos son puertas abiertas a los sistemas fluviales, desde donde llegan los residuos, acumulándose en sus riberas o acantilados. Lo que ha conseguido el Ayuntamiento de Beasain colocando algo tan sencillo como unos zócalos es que, al igual que se colocan las barandillas para proteger a las personas, convertir la barandilla también en un protector fluvial”, ha agregado Eguzki, a través de una nota de prensa.

El Consistorio beasaindarra ha adelantado que se está estudiando colocar más zócalos en la villa.

‘El mar comienza aquí’

En el año 2019, Eguzki puso en marcha la campaña El mar comienza aquí, en defensa de los ríos y los mares. A través de esta iniciativa, diferentes Ayuntamientos de la comarca, así como del territorio, se han sumado a la causa y han colocado zócalos en las barandillas que bordean sus ríos; y es que es una forma de evitar buena parte de la contaminación relacionada. “La preservación del mar empieza en nuestras casas, aunque vivamos lejos de la primera linea de playa”, han recordado.

Además, esta intervención ofrece varios beneficios adicionales, según ha reconocido Eguzki. Facilita la limpieza, ya que permite recoger y retirar los desechos de forma más eficiente; contribuye a la concienciación ciudadana, y es que, al ver estas chapas metálicas, las personas pueden reflexionar sobre la importancia de mantener limpios los ríos; y pone de relieve el valor ecológico, social y económico de los sistemas fluviales.