Ardipithecus Estudio Pilates, un estudio que, más allá de ser un lugar de ejercicio, se ha convertido en un referente para quienes buscan un equilibrio entre cuerpo y mente, celebra dos décadas de vida. Al frente de este proyecto se encuentra Sabina Zivec, una argentina con raíces europeas que llegó a Euskadi hace más de 20 años. Licenciada en Educación Física, Sabina halló en el método Pilates no solo una disciplina, sino también una respuesta personal a un desafío que enfrentaba desde su juventud: la escoliosis.

“Me enteré de que tenía escoliosis viendo un documental en la televisión”, recuerda. Aquella revelación cambió el rumbo de su vida. “Le dije a mi madre: Creo que ya sé lo que me pasa”, cuenta. Y así empezó un camino largo de rehabilitación, que, aunque aliviaba, nunca terminaba de resolver el problema. Fue durante su formación universitaria cuando descubrió el método Pilates, y con él, una herramienta que no solo mejoró su condición física, sino que también le devolvió calidad de vida. Poco a poco, el dolor fue cediendo y el bienestar comenzó a abrirse paso.

En 2010 Zivec decidió dar un paso adelante y adquirir un local donde extender, hacer crecer y consolidar su proyecto

Así fue como Sabina se enamoró de este método de entrenamiento físico y mental, iniciando un camino de formación constante para poder compartir con otros los beneficios que ella misma había experimentado. En abril de 2004, comenzó a impartir sus primeras clases en Beasain, introduciendo esta disciplina en la comarca de Goierri, donde hasta entonces no existía nada parecido. Poco a poco, el interés de la gente fue creciendo, y la demanda no tardó en aumentar. “Los fisioterapeutas recomendaban hacer pilates a muchos de sus pacientes”, explica Sabina. Y es que el pilates es eficaz para mejorar la postura, fortalecer el core, reducir el estrés…

Sabina Zivec en una clase de pilates. Eider Cáceres Ayestaran

El estudio 

Motivada por la excelente acogida de los goierritarras, en 2010 Zivec decidió dar un paso adelante y adquirir un local donde extender, hacer crecer y consolidar su proyecto. Comenzó en solitario, adaptando el método Pilates a todas las edades y capacidades. Como ella misma explica, “antes el pilates se usaba principalmente como preparación física para gimnastas y bailarines”. Sin embargo, al ajustar los niveles para todo tipo de perfiles, su estudio ha atraído a una clientela muy diversa con necesidades variadas. Sabina destaca con orgullo que entre sus alumnos hay personas de hasta 80 años, y que muchos de ellos han estado con ella desde el inicio, lo que representa nada menos que 20 años de trabajo compartido.

Entre sus alumnos hay personas de hasta 80 años

Asimismo, Ardipithecus Estudio Pilates se distingue por ofrecer el método Pilates en su versión más completa; combinando ejercicios en suelo con entrenamientos en máquinas. Según explica, es el único estudio en la zona que emplea esta segunda opción. Además, Sabina ha ampliado su equipamiento con la adquisición de nuevas máquinas, una mejora que vino de la mano del traslado del estudio, el pasado mes de julio, a una nueva ubicación. “Es un local más amplio y con mejor acceso”, señala.

El 13 de diciembre, Ardipithecus Estudio Pilates será el escenario de una fiesta a la que están invitadas todas las personas que han sido y son parte de esta historia

Desde el traslado a su nueva ubicación, Zivec ha ampliado también su equipo y los servicios que ofrece. Actualmente, además de las sesiones de pilates, ya sean individuales, en grupos reducidos o grupos completos, Ardipithecus cuenta con servicios adicionales de fisioterapia y nutrición.

Fiesta 

Llegar a los 20 años no es algo que ocurra todos los días, y Sabina Zivec está decidida a celebrarlo como se merece. Por ello, el próximo 13 de diciembre, Ardipithecus Estudio Pilates será el escenario de una fiesta a la que están invitadas todas las personas que han sido y son parte de esta historia. Será una ocasión especial para conmemorar este hito y mirar hacia el futuro con la misma pasión que ha guiado el proyecto desde sus inicios. Y es que Sabina asegura: “El pilates es mi pasión, me encanta, me gusta estar en constante formación, seguir aprendiendo y enseñando; quiero más y más”.